:ecg: | 15/02/2011
El técnico gallego de Portosín vuelve como entrenador para reconducir al Albacete
El nuevo técnico del Albacete, David Vidal, que retorna a un club al que ya salvó del descenso la campaña pasada tras coger sus riendas en una situación similar a la actual, dijo, en el acto de presentación oficial, que "tengo 14 o 15 trajes, pero nunca me han visto con ninguno de ellos en el banquillo".
El entrenador gallego, afincado en Cádiz, se refirió así a su promesa de trabajo y que "yo tengo que estar así, dando instrucciones a mis futbolistas para que no se despisten", de ahí que "nunca" le hayan visto en el banquillo con los "catorce o quince trajes" que se habrá comprado "en los 30 años que llevo entrenando".
Opinó que los jugadores de esta categoría necesitan más ayuda que en la superior. "Aquí, en Segunda, el futbolista debe ser orientado por su entrenador. Yo tengo que decirle a Tarantino que se aplique en la marca o cuando se despista Verza llamarlo para que no se vaya del partido o no suba si también lo hace Núñez", puso como ejemplo.
Vidal prometió, en su vuelta, una labor ilusionada, aunque "con eso sólo no se salva al equipo". "La papeleta es difícil y para eso necesitamos a la afición, el apoyo de toda la ciudad", valoró Vidal quien animó "a los albaceteños" a acudir al campo el sábado contra el Recreativo.
Recalcó que su idea de juego es simple y directa y, por ello, "en el Carlos Belmonte tenemos que llevar la iniciativa, no puede dominarnos el contrario porque la gente se cansará", defendiendo que "mi idea es jugar con dos extremos natos y ponerle muchos balones a los delanteros". "Sí a Tato, Gluscevic y Calle les llegan veintiséis balones tendrán más opciones de hacer gol que si les llegan seis", dijo.
Pese a haber visto a su nuevo equipo los últimos partidos dijo necesitar "una semana" para conocer mejor a una plantilla en la que quedan pocos futbolistas de los que tuvo a sus órdenes la pasada.
El nuevo técnico del Albacete, David Vidal, que retorna a un club al que ya salvó del descenso la campaña pasada tras coger sus riendas en una situación similar a la actual, dijo, en el acto de presentación oficial, que "tengo 14 o 15 trajes, pero nunca me han visto con ninguno de ellos en el banquillo".
El entrenador gallego, afincado en Cádiz, se refirió así a su promesa de trabajo y que "yo tengo que estar así, dando instrucciones a mis futbolistas para que no se despisten", de ahí que "nunca" le hayan visto en el banquillo con los "catorce o quince trajes" que se habrá comprado "en los 30 años que llevo entrenando".
Opinó que los jugadores de esta categoría necesitan más ayuda que en la superior. "Aquí, en Segunda, el futbolista debe ser orientado por su entrenador. Yo tengo que decirle a Tarantino que se aplique en la marca o cuando se despista Verza llamarlo para que no se vaya del partido o no suba si también lo hace Núñez", puso como ejemplo.
Vidal prometió, en su vuelta, una labor ilusionada, aunque "con eso sólo no se salva al equipo". "La papeleta es difícil y para eso necesitamos a la afición, el apoyo de toda la ciudad", valoró Vidal quien animó "a los albaceteños" a acudir al campo el sábado contra el Recreativo.
Recalcó que su idea de juego es simple y directa y, por ello, "en el Carlos Belmonte tenemos que llevar la iniciativa, no puede dominarnos el contrario porque la gente se cansará", defendiendo que "mi idea es jugar con dos extremos natos y ponerle muchos balones a los delanteros". "Sí a Tato, Gluscevic y Calle les llegan veintiséis balones tendrán más opciones de hacer gol que si les llegan seis", dijo.
Pese a haber visto a su nuevo equipo los últimos partidos dijo necesitar "una semana" para conocer mejor a una plantilla en la que quedan pocos futbolistas de los que tuvo a sus órdenes la pasada.
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