:lvg: | 16/2/2011
El ejecutivo noiés analiza cada caso para conceder las autorizaciones
La ley antitabaco ha disparado la instalación de terrazas en los negocios hosteleros de la comarca. Los profesionales del sector intentan mantener la clientela ofreciéndoles un servicio adecuado a sus gustos. Sin embargo, en invierno no basta con colocar mesas y ceniceros al aire libre, hay que dotar a estos espacios de sistemas que permitan proteger de la lluvia y el frío a los consumidores. Esto ha llevado a los empresarios a plantearse la colocación de mamparas, toldos u otros sistemas de protección frente a las inclemencias del tiempo. El problema es que las normativas municipales sobre terrazas no establecen nada en este sentido y es precisa una regulación. Los ejecutivos de Boiro y Ribeira ya han empezado a dar pasos para actualizar sus ordenanzas a la nueva realidad.
En el caso boirense, patronal y gobierno ya mantuvieron un encuentro. En este momento, la ABE trabaja en la elaboración de un proyecto sobre lo que se permitirá poner y cómo en las terrazas. Una de las personas implicadas en la redacción es el hostelero Óscar España, miembro de la directiva de la ABE. Entre otras cuestiones, este empresario alude a la necesidad de cambiar el sistema de tasas, con precios distintos en verano e invierno, y a la conveniencia de permitir que los horarios de las terrazas se adecúen al de los locales, ya que, señala, en Boiro no se permite tener mesas fuera más allá de la medianoche los días de semana y de las dos de la madrugada los sábados.
Anclaje de mamparas
El anclaje de mamparas es otra cuestión a determinar. El Concello no permite agujerear el suelo para fijarlas y la entidad cree que es preciso para evitar que se caigan con el viento.
También en Ribeira, el alcalde, José Luis Torres, indicó que se está trabajando en un cambio de normativa que definirá los tipos de protección autorizados, su diseño e, incluso, determinará la superficie mínima para el paso de transeúntes que debe quedar libre. En el reglamento actual no aparece definido, aunque posteriormente a su aprobación se editaron unos bandos que sí lo determinan.
Tanto en Boiro como en Ribeira, lo que se busca es responder a las nuevas necesidades y, al mismo tiempo, homogeneizar la imagen de las terrazas.
Soluciones a medida
En Noia, el concejal José Rodríguez Agulleiro señaló que se han disparado las solicitudes para instalar mesas: «Hai peticións incluso por parte de hostaleiros que ata agora non as poñían nin no verán». En la Alameda, Agulleiro dice que son varios los profesionales que reclamaron la colocación de artefactos para guarecer a los clientes. La normativa en vigor no establece nada concreto, pero el Concello se adapta a las necesidades sobre la marcha: «Debemos dar solucións, Noia ten moita hostalería e hai que dar facilidades. Os técnicos analizan cada caso e, segundo o lugar do que se trate, autorízase un modelo ou outro.
Más curioso es el caso de la plaza de España sonense, donde los bares tienen unas terrazas, resguardadas del frío y la lluvia mediante toldos de plástico, en las que, con la nueva ley, no se puede fumar. Los empresarios han tenido que montar terrazas paralelas. Juan Sanlés, gerente de un bar emblemático del lugar con 27 años de historia, agradece la actitud del Ayuntamiento de Porto do Son.
La ley antitabaco ha disparado la instalación de terrazas en los negocios hosteleros de la comarca. Los profesionales del sector intentan mantener la clientela ofreciéndoles un servicio adecuado a sus gustos. Sin embargo, en invierno no basta con colocar mesas y ceniceros al aire libre, hay que dotar a estos espacios de sistemas que permitan proteger de la lluvia y el frío a los consumidores. Esto ha llevado a los empresarios a plantearse la colocación de mamparas, toldos u otros sistemas de protección frente a las inclemencias del tiempo. El problema es que las normativas municipales sobre terrazas no establecen nada en este sentido y es precisa una regulación. Los ejecutivos de Boiro y Ribeira ya han empezado a dar pasos para actualizar sus ordenanzas a la nueva realidad.
En el caso boirense, patronal y gobierno ya mantuvieron un encuentro. En este momento, la ABE trabaja en la elaboración de un proyecto sobre lo que se permitirá poner y cómo en las terrazas. Una de las personas implicadas en la redacción es el hostelero Óscar España, miembro de la directiva de la ABE. Entre otras cuestiones, este empresario alude a la necesidad de cambiar el sistema de tasas, con precios distintos en verano e invierno, y a la conveniencia de permitir que los horarios de las terrazas se adecúen al de los locales, ya que, señala, en Boiro no se permite tener mesas fuera más allá de la medianoche los días de semana y de las dos de la madrugada los sábados.
Anclaje de mamparas
El anclaje de mamparas es otra cuestión a determinar. El Concello no permite agujerear el suelo para fijarlas y la entidad cree que es preciso para evitar que se caigan con el viento.
También en Ribeira, el alcalde, José Luis Torres, indicó que se está trabajando en un cambio de normativa que definirá los tipos de protección autorizados, su diseño e, incluso, determinará la superficie mínima para el paso de transeúntes que debe quedar libre. En el reglamento actual no aparece definido, aunque posteriormente a su aprobación se editaron unos bandos que sí lo determinan.
Tanto en Boiro como en Ribeira, lo que se busca es responder a las nuevas necesidades y, al mismo tiempo, homogeneizar la imagen de las terrazas.
Soluciones a medida
En Noia, el concejal José Rodríguez Agulleiro señaló que se han disparado las solicitudes para instalar mesas: «Hai peticións incluso por parte de hostaleiros que ata agora non as poñían nin no verán». En la Alameda, Agulleiro dice que son varios los profesionales que reclamaron la colocación de artefactos para guarecer a los clientes. La normativa en vigor no establece nada concreto, pero el Concello se adapta a las necesidades sobre la marcha: «Debemos dar solucións, Noia ten moita hostalería e hai que dar facilidades. Os técnicos analizan cada caso e, segundo o lugar do que se trate, autorízase un modelo ou outro.
Más curioso es el caso de la plaza de España sonense, donde los bares tienen unas terrazas, resguardadas del frío y la lluvia mediante toldos de plástico, en las que, con la nueva ley, no se puede fumar. Los empresarios han tenido que montar terrazas paralelas. Juan Sanlés, gerente de un bar emblemático del lugar con 27 años de historia, agradece la actitud del Ayuntamiento de Porto do Son.
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