:lvg: | 23/2/2011
Mazaricos, O Son, Outes y Lousame son los que tienen menos red pública
Un bien esencial como el agua todavía en la actualidad llega a muchas viviendas de la comarca merced a las obras realizadas hace años por los vecinos. De hecho, y según los datos recabados en los once ayuntamientos, las traídas municipales nutren a 43 de las 85 parroquias que hay en Barbanza, y en muchos casos las conducciones solo cubren la mitad del territorio parroquial.
Los concellos donde la red pública abarca menos extensión territorial son Mazaricos, Porto do Son, Outes y Lousame. En el caso sonense, solo algunos núcleos que discurren a lo largo de la carretera comarcal y los cascos urbanos de Porto do Son y Portosín cuentan con este servicio. En Mazaricos, únicamente lo tiene A Picota y en Outes comprende el 100% en O Freixo, San Cosme y Roo, mientras que en otras dos parroquias está parcialmente implantado.
De esta forma, al menos unos 60.000 ciudadanos de la comarca se abastecen de traídas vecinales. Hay también un elevado número de barbanzanos que, pese a contar con suministro público, se surten al mismo tiempo de pozos particulares o pertenecen a alguna de las numerosas comunidades vecinales que se encargan de la gestión de este líquido imprescindible. Son frecuentes las viviendas en las que únicamente echan mano del recurso público cuando escasea el privado.
Las captaciones se efectúan en manantiales que, en buena parte de los casos, no están sujetos a ningún tipo de control sanitario. Un boirense que tiene un abastecimiento vecinal indicaba: «Existe a obrigación de clorar a auga, cousa que non fai practicamente ninguén».
La peculiaridad lousamiana
Significativo es el caso lousamiano, donde no existe un suministro público propiamente dicho. El regidor, Santiago Freire, explica que en distintos núcleos, como Tállara, Vilacoba y Camboño, entre otros, hay una serie de instalaciones efectuadas por el Concello. Sin embargo, no puede hablarse de una gestión municipalizada. Esta situación es posible que cambie en breve porque el ejecutivo, junto a otros ayuntamientos, ultima un proyecto para ofrecer un servicio de carácter público.
Otra situación singular es la de Carnota y Muros, que desde el año 1995 tienen una mancomunidad de gestión del líquido elemento. El proyecto se gestó siendo alcaldes Manuel Brea y José Lago, respectivamente. El carnotano Brea, actual concejal de Obras, explica que fue la propia Diputación, que sufragó la actuación, la que aconsejó a los ayuntamientos que se uniesen porque, de esta forma, se optimizaba la implantación del suministro y se resolvían los importantes problemas de abastecimiento que había en ambos municipios.
Listado de manantiales
La Consellería de Medio Ambiente tiene catalogados en la comarca un total de 23 manantiales. El listado se refiere a aquellos que nutren a más de medio centenar de habitantes. Sin embargo, la cifra de puntos de captación existentes es mucho más elevada ya que hay numerosos núcleos que poseen más de un lugar de suministro para garantizar que el líquido elemento llegue a todos las personas del lugar.
Los responsables municipales destacan el buen funcionamiento de las comunidades vecinales que se encargan de la gestión del agua y que hicieron posible que las conducciones llegasen a las viviendas.
Un bien esencial como el agua todavía en la actualidad llega a muchas viviendas de la comarca merced a las obras realizadas hace años por los vecinos. De hecho, y según los datos recabados en los once ayuntamientos, las traídas municipales nutren a 43 de las 85 parroquias que hay en Barbanza, y en muchos casos las conducciones solo cubren la mitad del territorio parroquial.
Los concellos donde la red pública abarca menos extensión territorial son Mazaricos, Porto do Son, Outes y Lousame. En el caso sonense, solo algunos núcleos que discurren a lo largo de la carretera comarcal y los cascos urbanos de Porto do Son y Portosín cuentan con este servicio. En Mazaricos, únicamente lo tiene A Picota y en Outes comprende el 100% en O Freixo, San Cosme y Roo, mientras que en otras dos parroquias está parcialmente implantado.
De esta forma, al menos unos 60.000 ciudadanos de la comarca se abastecen de traídas vecinales. Hay también un elevado número de barbanzanos que, pese a contar con suministro público, se surten al mismo tiempo de pozos particulares o pertenecen a alguna de las numerosas comunidades vecinales que se encargan de la gestión de este líquido imprescindible. Son frecuentes las viviendas en las que únicamente echan mano del recurso público cuando escasea el privado.
Las captaciones se efectúan en manantiales que, en buena parte de los casos, no están sujetos a ningún tipo de control sanitario. Un boirense que tiene un abastecimiento vecinal indicaba: «Existe a obrigación de clorar a auga, cousa que non fai practicamente ninguén».
La peculiaridad lousamiana
Significativo es el caso lousamiano, donde no existe un suministro público propiamente dicho. El regidor, Santiago Freire, explica que en distintos núcleos, como Tállara, Vilacoba y Camboño, entre otros, hay una serie de instalaciones efectuadas por el Concello. Sin embargo, no puede hablarse de una gestión municipalizada. Esta situación es posible que cambie en breve porque el ejecutivo, junto a otros ayuntamientos, ultima un proyecto para ofrecer un servicio de carácter público.
Otra situación singular es la de Carnota y Muros, que desde el año 1995 tienen una mancomunidad de gestión del líquido elemento. El proyecto se gestó siendo alcaldes Manuel Brea y José Lago, respectivamente. El carnotano Brea, actual concejal de Obras, explica que fue la propia Diputación, que sufragó la actuación, la que aconsejó a los ayuntamientos que se uniesen porque, de esta forma, se optimizaba la implantación del suministro y se resolvían los importantes problemas de abastecimiento que había en ambos municipios.
Listado de manantiales
La Consellería de Medio Ambiente tiene catalogados en la comarca un total de 23 manantiales. El listado se refiere a aquellos que nutren a más de medio centenar de habitantes. Sin embargo, la cifra de puntos de captación existentes es mucho más elevada ya que hay numerosos núcleos que poseen más de un lugar de suministro para garantizar que el líquido elemento llegue a todos las personas del lugar.
Los responsables municipales destacan el buen funcionamiento de las comunidades vecinales que se encargan de la gestión del agua y que hicieron posible que las conducciones llegasen a las viviendas.
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