Melchor, Gaspar y Baltasar tuvieron que estrechar ayer miles de manos. Lo hicieron para saludar a todos los pequeños, como en la imagen, tomada en Rianxo cuando ya empezaba a anochecer.
Sus Majestades no dudaron en acercarse, como manda la tradición, a adorar al Niño Jesús. En el caso boirense, el pequeño formaba parte de un belén viviente en el que no faltaba detalle alguno.
Un año más, la espectacularidad de las carrozas marcó el desfile pobrense. En la foto, los niños, como hicieron en toda la comarca, se desviven por coger los preciados caramelos.
Los fuegos de artificio acompañaron, en casos como el de Porto do Son, el desfile de los Reyes Magos. En la foto, Gaspar parece asustado ante el estruendo causado por las bombas de palenque.
Rodeadas de camellos, caballos o elefantes, niñas y niños de Ribeira se pasaron todo el desfile lanzando caramelos y sonriendo ante las numerosas cámaras que intentaban captar instantáneas.
La Voz de Galicia 6/1/2010
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