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El Inega financia la actuación con 140.000 euros y los concellos deberán comprar cien vehículos de dos ruedas.
A través del programa Bicidadáns, el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) financiará con 140.000 euros la puesta en marcha, en los municipios de Porto do Son, Noia y Lousame, de un servicio público de préstamo de bicicletas. Con esta iniciativa se pretende incentivar la utilización del transporte de dos ruedas. El director del Inega, Eliseo Diéguez, explicó ayer los detalles de la propuesta, a la que se le dará luz verde mediante la firma, próximamente, de los convenios de colaboración.
De esta forma, estos tres ayuntamientos de la comarca obtienen respaldo para la puesta en marcha de un proyecto en el que llevaban tiempo trabajando. Además de financiar el programa, el Inega prestará a los concellos el asesoramiento técnico necesario para impulsar esta actividad.
Actualmente este servicio funciona ya en nueve municipios gallegos, lo que supone que más de 700.000 personas pueden beneficiarse del servicio de préstamo de bicicletas.
Ateniéndose al acuerdo que se suscribirá con el Inega, los tres concellos barbanzanos deberán realizar un estudio previo en el que se analizarán el fomento del uso de los vehículos de dos ruedas y los sistemas de préstamo. Las Administraciones públicas también deberán instalar bases para dejar las bicicletas. Estas deben poseer un sistema de gestión automático que funcione, preferentemente, mediante la utilización de tarjetas electrónicas. Las bases irán dotadas de marquesinas y equipadas con sistemas antivandalismo.
Mecanismos de amarre
Además, los concellos deberán adquirir un mínimo de cien bicicletas, que podrán ser eléctricas de forma total o parcial. Además, deberán poseer un mecanismo de amarre compatible con las bases portabicicletas instaladas. Cada vehículo tendrá que estar dotado de un sistema de identificación visible, perdurable y resistente. Tendrán que ir provistas de una cesta portaequipajes o de una fórmula alternativa que permita a los usuarios el transporte de objetos.
Otro aspecto del que deberán ocuparse los ayuntamientos es del diseño de un modelo de gestión del transporte urbano, que deberá estar a disposición del público. Los vehículos tienen que poder utilizarse un mínimo de cuatro mil horas anuales y el programa para divulgar este transporte urbano tendrá que estar operativo durante, al menos, tres años.
Los concellos también serán los encargados del mantenimiento de los velocípedos, procurando que siempre haya en funcionamiento un número superior a cuarenta. Durante el primer año, el Inega recibirá, por parte de las entidades locales, un informe trimestral en el que se detallará el número de usuarios mensuales.
Desde el Inega se afirma que el empleo de las bicicletas tiene importantes ventajas para la población, siendo la más significativa el ahorro energético y económico. Los responsables del Instituto Enerxético de Galicia manifestaron que este medio de transporte es el más rápido y eficiente en trayectos inferiores a los tres kilómetros y casi diez veces más barato que el automóvil.
A través del programa Biocidadáns, la Administración pública pretende promover el transporte urbano en bicicleta y la eficiencia del transporte público, así como reducir el problema medioambiental derivado del uso de combustibles fósiles para el transporte.
A través del programa Bicidadáns, el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) financiará con 140.000 euros la puesta en marcha, en los municipios de Porto do Son, Noia y Lousame, de un servicio público de préstamo de bicicletas. Con esta iniciativa se pretende incentivar la utilización del transporte de dos ruedas. El director del Inega, Eliseo Diéguez, explicó ayer los detalles de la propuesta, a la que se le dará luz verde mediante la firma, próximamente, de los convenios de colaboración.
De esta forma, estos tres ayuntamientos de la comarca obtienen respaldo para la puesta en marcha de un proyecto en el que llevaban tiempo trabajando. Además de financiar el programa, el Inega prestará a los concellos el asesoramiento técnico necesario para impulsar esta actividad.
Actualmente este servicio funciona ya en nueve municipios gallegos, lo que supone que más de 700.000 personas pueden beneficiarse del servicio de préstamo de bicicletas.
Ateniéndose al acuerdo que se suscribirá con el Inega, los tres concellos barbanzanos deberán realizar un estudio previo en el que se analizarán el fomento del uso de los vehículos de dos ruedas y los sistemas de préstamo. Las Administraciones públicas también deberán instalar bases para dejar las bicicletas. Estas deben poseer un sistema de gestión automático que funcione, preferentemente, mediante la utilización de tarjetas electrónicas. Las bases irán dotadas de marquesinas y equipadas con sistemas antivandalismo.
Mecanismos de amarre
Además, los concellos deberán adquirir un mínimo de cien bicicletas, que podrán ser eléctricas de forma total o parcial. Además, deberán poseer un mecanismo de amarre compatible con las bases portabicicletas instaladas. Cada vehículo tendrá que estar dotado de un sistema de identificación visible, perdurable y resistente. Tendrán que ir provistas de una cesta portaequipajes o de una fórmula alternativa que permita a los usuarios el transporte de objetos.
Otro aspecto del que deberán ocuparse los ayuntamientos es del diseño de un modelo de gestión del transporte urbano, que deberá estar a disposición del público. Los vehículos tienen que poder utilizarse un mínimo de cuatro mil horas anuales y el programa para divulgar este transporte urbano tendrá que estar operativo durante, al menos, tres años.
Los concellos también serán los encargados del mantenimiento de los velocípedos, procurando que siempre haya en funcionamiento un número superior a cuarenta. Durante el primer año, el Inega recibirá, por parte de las entidades locales, un informe trimestral en el que se detallará el número de usuarios mensuales.
Desde el Inega se afirma que el empleo de las bicicletas tiene importantes ventajas para la población, siendo la más significativa el ahorro energético y económico. Los responsables del Instituto Enerxético de Galicia manifestaron que este medio de transporte es el más rápido y eficiente en trayectos inferiores a los tres kilómetros y casi diez veces más barato que el automóvil.
A través del programa Biocidadáns, la Administración pública pretende promover el transporte urbano en bicicleta y la eficiencia del transporte público, así como reducir el problema medioambiental derivado del uso de combustibles fósiles para el transporte.
Esta iniciativa partió del gobierno presidido por el señor Tomé, algo que muchos criticaron y que ahora no tienen problema en hacer suya. En fin, es día de Reyes y es mejor contenerse un poco.
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