02 febrero 2014

El agua que quiebra las carreteras

:logo-lvg: | Barbanza

Los baches que se reproducen cada invierno son la principal deficiencia de una red viaria en la que se echan en falta actuaciones de mejora integrales y mayor mantenimiento

Dicen las estadísticas que este ha sido uno de los eneros más lluviosos que se recuerdan, y también que las precipitaciones apenas han dado tregua desde el pasado noviembre. Tanta agua caída del cielo tiene un efecto importante y bastante inmediato en la red viaria de la comarca, cuyo asfalto se quiebra sin remedio favoreciendo la aparición de baches. Estos socavones, unos nuevos, otros que ya estaban y se parchearon en su momento, son el punto en común de la mayoría de las principales carreteras barbanzanas, pero no la única deficiencia de la que adolecen las arterias viarias de la zona.

Ni siquiera la autovía, que apenas presenta problemas en su trazado, se libra de la reaparición, una y otra vez, de molestos baches que ponen a prueba los amortiguadores de los coches que llegan o salen de Ribeira. La alternativa a esta vía de alta capacidad, la AC-305, tampoco se libra y, especialmente en el tramo pobrense, presenta un firme plagado de grietas.

Otra de las principales vías de comunicación de Barbanza, la AC-550, evidencia diversos problemas pese a que en el 2012 fue objeto de una importante inversión. Muchos de los baches que había se taparon, pero la actuación no llegó al tramo más próximo al polígono industrial de Xarás, de modo que en esa zona el asfalto está bastante deteriorado. Además, en este punto también son frecuentes las escorrentías de agua atravesando la calzada, un fenómeno que se repite en el término carnotano, concretamente en Caldebarcos y en O Pindo, donde el barro invade la carretera en algunas zonas.
Esta situación también se da en otros viales como los dos provinciales que unen los términos de Boiro y Noia, mientras que otra vía que pertenece a la Diputación, la DP-3404, que va de Outes a Dumbría, acusa la falta de limpieza y los restos de árboles y vegetación arrojados al suelo por el viento invaden la calzada.

Parches de asfalto
En lo que respecta a los baches, en más de una ocasión se han pedido actuaciones integrales en estas carreteras en lugar de los socorridos parches de asfalto con los que se cubren en muchas ocasiones, como los utilizados el año pasado en el trazado de la DP-1105 entre Boiro y Noia.

Esto provoca además la existencia de socavones de ida y vuelta, es decir, que se rellenan cuando pasa la tormenta y cuando vuelve el mal tiempo aparecen de nuevo por obra y gracia de las incesantes lluvias.

Intransitable. A prueba de bomba deben tener sus amortiguadores los coches de los trabajadores de la planta de basura de Servia en vista del lamentable estado del acceso a las instalaciones. Marcos Creo

Insuficiente. La mejora realizada en la vía comarcal entre Noia y Ribeira parece insuficiente a juzgar por las fotos. A la izquierda, las proximidades de Xarás. A la derecha, la zona de Xuño. M. Creo

Peligro. Aunque, en lo que al asfalto se refiere, el vial provincial entre Outes y Dumbría, está bien, quienes lo recorren con frecuencia alertan de peligros como el estrecho puente de la foto, en Mazaricos. Alvite

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