:ecg: | 03/02/2011
Galicia tiene 1.100 zonas húmedas, pero sólo cinco de ellas gozan de protección internacional//Eólicos en turberas de Serra do Xistral, sequías forzosas en el lago de Valdoviño//Los ecologistas deciden "mollarse"
Zombies de la naturaleza gallega, los humedales celebran su día soplando las velas de la incertidumbre. Según datos de Adega, "Galicia ten máis de 1.100 humidais, pero só 5 teñen protección internacional". Menos del 0,5%, una tasa misérrima para las antaño majestuosas y ahora achicadas lagunas celtas. La paradoja duele: Galicia es una de las zonas del sudoeste europeo con más humedales. Y según recuerda Greenpeace, vivimos en el territorio peninsular con mayor batallón de lagunas, brañas, junqueras, bosques húmedos y turberas (humedales ácidos).
Semejante diversidad "só recibe o desinterese da Xunta de Galicia", apuntan los ecologistas. El Día Mundial de los Humedales, que conmemora el convenio de objetivos firmado hace 40 años en Ramsar (Irán), sirvió ayer para denunciar el supuesto abandono de estos ecosistemas. Galicia tiene cinco humedales con la protección internacional Ramsar: Ortigueira, Carregal en el parque natural de Corrubedo, Valdoviño, el complejo Limia-O Grove y Ribadeo. Todas ellos recibieron el reconocimiento entre 1989 y 1994, pero desde entonces no hubo más figuras de preservación mundial. Greenpeace enumera los motivos: "Muchas se encuentran en la costa, sufren un urbanismo irracional y una poco sostenible política de gestión". Y señala los "paseos marítimos, puertos deportivos, urbanizaciones".
Greenpeace también echa la culpa de la decadencia a las "labores de regeneración poco respetuosas, priman intereses económicos sobre medioambientales". Aquí podría citarse una laguna Ramsar como la de A Frouxeira (Valdoviño). Para evitar su desbordamiento debido a las lluvias, las administraciones acuerdan cada año abrir el lago y comunicarlo con el mar. Pero en los últimos tiempos "a lagoa baleirouse por completo", como denuncia Adega y pudieron apreciar los visitantes. ¿Otra figura Ramsar con impacto? La ría de Ortigueira, asediada "por unha praia artificial e un porto". Otros humedales sin protección internacional en Galicia también lanzan un S.O.S. "Desapareceron as lagoas de Pantín e Corme, as maltreitas turbeiras da Serra do Xistral son arrasadas polos eólicos, as Gándaras de Budiño están en situación crítica", cita Adega. Ante este panorama, los ecologistas gallegos decidieron ayer "mollarse", arrancando con sus manos la flora invasora de los humedales.
La Consellería de Medio Rural insiste en la "alta calidade" de estos ecosistemas. Pero también promueve su conservación y alerta sobre su fragilidad a través de actividades escolares.
Zombies de la naturaleza gallega, los humedales celebran su día soplando las velas de la incertidumbre. Según datos de Adega, "Galicia ten máis de 1.100 humidais, pero só 5 teñen protección internacional". Menos del 0,5%, una tasa misérrima para las antaño majestuosas y ahora achicadas lagunas celtas. La paradoja duele: Galicia es una de las zonas del sudoeste europeo con más humedales. Y según recuerda Greenpeace, vivimos en el territorio peninsular con mayor batallón de lagunas, brañas, junqueras, bosques húmedos y turberas (humedales ácidos).
Semejante diversidad "só recibe o desinterese da Xunta de Galicia", apuntan los ecologistas. El Día Mundial de los Humedales, que conmemora el convenio de objetivos firmado hace 40 años en Ramsar (Irán), sirvió ayer para denunciar el supuesto abandono de estos ecosistemas. Galicia tiene cinco humedales con la protección internacional Ramsar: Ortigueira, Carregal en el parque natural de Corrubedo, Valdoviño, el complejo Limia-O Grove y Ribadeo. Todas ellos recibieron el reconocimiento entre 1989 y 1994, pero desde entonces no hubo más figuras de preservación mundial. Greenpeace enumera los motivos: "Muchas se encuentran en la costa, sufren un urbanismo irracional y una poco sostenible política de gestión". Y señala los "paseos marítimos, puertos deportivos, urbanizaciones".
Greenpeace también echa la culpa de la decadencia a las "labores de regeneración poco respetuosas, priman intereses económicos sobre medioambientales". Aquí podría citarse una laguna Ramsar como la de A Frouxeira (Valdoviño). Para evitar su desbordamiento debido a las lluvias, las administraciones acuerdan cada año abrir el lago y comunicarlo con el mar. Pero en los últimos tiempos "a lagoa baleirouse por completo", como denuncia Adega y pudieron apreciar los visitantes. ¿Otra figura Ramsar con impacto? La ría de Ortigueira, asediada "por unha praia artificial e un porto". Otros humedales sin protección internacional en Galicia también lanzan un S.O.S. "Desapareceron as lagoas de Pantín e Corme, as maltreitas turbeiras da Serra do Xistral son arrasadas polos eólicos, as Gándaras de Budiño están en situación crítica", cita Adega. Ante este panorama, los ecologistas gallegos decidieron ayer "mollarse", arrancando con sus manos la flora invasora de los humedales.
La Consellería de Medio Rural insiste en la "alta calidade" de estos ecosistemas. Pero también promueve su conservación y alerta sobre su fragilidad a través de actividades escolares.
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