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Un 11% de las demandantes de trabajo son tituladas universitarias, mientras que entre los hombres con igual formación el porcentaje es del 4%
La especial situación laboral de la comarca, con un sector conservero puntero que está contribuyendo decididamente a que la crisis sea menos dura y cuya actividad se ha convertido en el único sustento de muchas familias, motiva que también sean particulares los datos sobre el paro. Al igual que en el resto de Galicia, el desempleo afecta más a las personas sin formación, y la mitad de los demandantes solo tienen el certificado de escolaridad. Sin embargo, también castiga más a las mujeres con titulación universitaria, con respecto a los hombres.
Ente quienes poseen estudios superiores, las féminas que buscan un trabajo representan casi el 11%, frente al 4,26% de los varones, según datos del Instituto Galego das Cualificacións. Sin embargo, la tasa de desempleo femenino es inferior a la masculina entre quienes solo tienen el certificado de escolaridad o de enseñanza secundaria. La explicación es bien sencilla: el trabajo en la conserva, que absorbe una importante mano de obra femenina que no requiere formación superior.
También en el caso de los vecinos que poseen estudios de FP, la incidencia del paro entre las mujeres es superior a la de los hombres. Únicamente existe paridad entre ambos sextos entre los que han cursado BUP, COU o bachillerato superior.
Reticencia empresarial
El responsable de la CIG en Barbanza, Xan García, señala que, salvo el caso de la conserva u otros oficios vinculados a la actividad pesquera, el empresario continúa teniendo reticencias a contratar mano de obra femenina: «É triste, pero é así». Precisa que aspectos como las bajas por maternidad siguen pesando.
Por su parte, el delegado de Comisiones Obreras en la comarca, Xosé Lamela, manifiesta: «Hai poucas mulleres con cualificación que se dirixan a traballos vinculados ao mar». Además, añade: «Os homes teñen un abanico máis amplo de actividades para empregarse».
La especial situación laboral de la comarca, con un sector conservero puntero que está contribuyendo decididamente a que la crisis sea menos dura y cuya actividad se ha convertido en el único sustento de muchas familias, motiva que también sean particulares los datos sobre el paro. Al igual que en el resto de Galicia, el desempleo afecta más a las personas sin formación, y la mitad de los demandantes solo tienen el certificado de escolaridad. Sin embargo, también castiga más a las mujeres con titulación universitaria, con respecto a los hombres.
Ente quienes poseen estudios superiores, las féminas que buscan un trabajo representan casi el 11%, frente al 4,26% de los varones, según datos del Instituto Galego das Cualificacións. Sin embargo, la tasa de desempleo femenino es inferior a la masculina entre quienes solo tienen el certificado de escolaridad o de enseñanza secundaria. La explicación es bien sencilla: el trabajo en la conserva, que absorbe una importante mano de obra femenina que no requiere formación superior.
También en el caso de los vecinos que poseen estudios de FP, la incidencia del paro entre las mujeres es superior a la de los hombres. Únicamente existe paridad entre ambos sextos entre los que han cursado BUP, COU o bachillerato superior.
Reticencia empresarial
El responsable de la CIG en Barbanza, Xan García, señala que, salvo el caso de la conserva u otros oficios vinculados a la actividad pesquera, el empresario continúa teniendo reticencias a contratar mano de obra femenina: «É triste, pero é así». Precisa que aspectos como las bajas por maternidad siguen pesando.
Por su parte, el delegado de Comisiones Obreras en la comarca, Xosé Lamela, manifiesta: «Hai poucas mulleres con cualificación que se dirixan a traballos vinculados ao mar». Además, añade: «Os homes teñen un abanico máis amplo de actividades para empregarse».
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