06 noviembre 2010

Los terrenos que ocupan las naves de la planta de Servia son propiedad de un particular

:lvg: | 6/11/2010

En caso de abandonar la finca habrá que regenerar los vertederos y plantar árboles

La actualidad que genera la planta de Servia continua desvelando informaciones que en ocasiones parecen alejadas de la realidad. Una de las últimas noticias que se ha hecho pública es la titularidad de los terrenos que ocupa la explotación de compostaje que está ubicada en Servia, que pertenecen a un particular, teniendo que renegociar Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) la prolongación del contrato para seguir haciendo uso de este suelo, en caso de continuar como firma adjudicataria de la planta.

La situación se remonta a septiembre del 2001, cuando el propietario de los terrenos firmó un contrato de arrendamiento por una duración de veinte años. Una vez transcurrido este plazo, el titular podrá prorrogar el contrato por un período de otros cinco años con las correspondientes actualizaciones fiscales que la renta haya sufrido durante el tiempo transcurrido.

Llegados a este punto, en este contrato firmado en una notaria noiesa se indica que en el caso de que FCC no continúe gestionando esta instalación medioambiental será Serra do Barbanza la entidad que se haga cargo del contrato, satisfaciendo la renta que se acuerde con los propietarios.

En el documento se indica, además, que a la terminación del acuerdo por cualquier causa, las obras realizadas en la finca quedarán a beneficio del poseedor del suelo en el estado en el que se encuentren, sin incluirse la maquinaria ni las herramientas de trabajo, pero sí con las modificaciones y naves levantadas en esta concesión durante su explotación. Otro de los acuerdos que se recoge señala que a la terminación del contrato, FCC o Serra do Barbanza deberán entregar la parte de la finca destinada a depósito de residuos o vertedero, plenamente regenerada con una capa de tierra vegetal y con una plantación de gramíneas, robles y castaños.

Este última condición quedó recogida también en el proyecto medioambiental del complejo, presentado y depositado en la Consellería de Medio Ambiente para la obtención de la correspondiente licencia administrativa.

La sartén y su mango

Son diferentes fuentes de Serra do Barbanza las que apuntan que esta situación traerá problemas en el futuro, sobre todo cuando se tenga que renegociar con el propietario la renovación del contrato. Según apuntan, esto supondrá que el titular se siente a la mesa con unas pretensiones «muy superiores a las pactadas en el 2001, ya que ahora está toda la estructura montada y el tendrá todo a su favor para aumentar sus exigencias».

Lo que está claro a día de hoy es que esa situación aún está por llegar y que ahora son otros los problemas más urgentes por solucionar para salvar el futuro de la planta ubicada en terreno lousamiano.

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