:ecg: | 18/11/2010
El alcalde dejaba como límite la noche de ayer para restablecer el servicio o actuará con medios propios. La plantilla no cede.
Límite: la noche de ayer. El alcalde de Ames, Carlos Fernández, daba ayer el ultimátum definitivo a los trabajadores de Servia, la ecoplanta de Lousame, para desconvocar la huelga que mantiene en la recogida de basuras en este municipio y el de Carnota, desde el pasado viernes.
El regidor amiense, que ya había amenazado con intervenir y decretar la recogida con fondos propios en días anteriores, abría ayer la mano, dejando una noche más de márgen después de que Serra do Barbanza, la mancomunidad impulsora de Servia, mostrase su apoyo público a la postura municipal, tildando de "injustificada e ilegal" la huelga y requiriendo a la concesionaria del servicio que tomase de inmediato las medidas necesarias para restablecer la recogida.
"Dado que la situación no es caótica, porque no hace calor ni la basura está esparcida por las calles, no queremos que se nos tilde de precipitados, si no que se aprecie nuestra actitud dialogante y paciente; podemos aguantar una noche más", explicaba Fernández.
Sin embargo, el alcalde tiene ya atado el Plan B: ayer se ratificaba en comisión de gobierno la decisión de recoger la basura con medios propios si Servia no cede y el municipio vuelve a amanecer hoy con residuos en las calles. Además, reitera que pasará la factura de este gasto a Serra do Barbanza y anuncia que le requerirá que permita que la basura recogida sea tratada en la planta de Lousame.
Por su parte, la presidenta del comité de empresa se mantenía firme ayer en la convocatoria de huelga: la empresa advirtió de que podíamos estar cometiendo una ilegalidad, pero como no creemos que sea una huelga ilegal ni abusiva, la mantendremos".
Dos plenos hoy. Para acabar de caldear el ambiente, hoy se celebrarán en Ames no uno sino dos plenos relativos a la huelga de Servia. En el primero, convocado para las 19.30 horas, el alcalde propondrá la aprobación del pago de 200.000 € a Serra do Barbanza, "una liquidación por la que llevábamos tres años esperando y que por fin ahora nos han pasado tras llegar a acuerdo sobre la cuantía", explica. Una hora más tarde, comenzará otro debate, en este caso sobre una moción de apoyo a la viabilidad de la planta, presentada por la plantilla como condición sinequanom para continuar prestando el servicio en el municipio, pero que la alcaldía adaptó en su redacción, por lo que los trabajadores deberán decidir tras conocerla si satisface su demanda y ponen fin a la huelga.
DENUNCIA DEL PP. Por su parte, el Partido Popular de Ames culpó ayer al alcalde de "ser o único responsable de que se chegara a esta situación" y de "pór en risco a viabilidade" de Servia, a su criterio, en base a su decisión de recurrir a Tragsa para ejecutar la recogida, en caso de que la plantilla de la ecoplanta de Lousame mantenga la huelga.
Varapalo de la Xunta. Y en medio de toda la polémica, la mancomunidad Serra do Barbanza recibía ayer un varapalo de la Xunta al denegarle la petición de incrementar (multimplicando por 3) la cuantía de las retenciones que Facenda aplica a Ames en subvenciones para reducir la deuda con Servia. Pese a todo, la Xunta establece condiciones de pago que acelerarán la liquidación de la duda.
Límite: la noche de ayer. El alcalde de Ames, Carlos Fernández, daba ayer el ultimátum definitivo a los trabajadores de Servia, la ecoplanta de Lousame, para desconvocar la huelga que mantiene en la recogida de basuras en este municipio y el de Carnota, desde el pasado viernes.
El regidor amiense, que ya había amenazado con intervenir y decretar la recogida con fondos propios en días anteriores, abría ayer la mano, dejando una noche más de márgen después de que Serra do Barbanza, la mancomunidad impulsora de Servia, mostrase su apoyo público a la postura municipal, tildando de "injustificada e ilegal" la huelga y requiriendo a la concesionaria del servicio que tomase de inmediato las medidas necesarias para restablecer la recogida.
"Dado que la situación no es caótica, porque no hace calor ni la basura está esparcida por las calles, no queremos que se nos tilde de precipitados, si no que se aprecie nuestra actitud dialogante y paciente; podemos aguantar una noche más", explicaba Fernández.
Sin embargo, el alcalde tiene ya atado el Plan B: ayer se ratificaba en comisión de gobierno la decisión de recoger la basura con medios propios si Servia no cede y el municipio vuelve a amanecer hoy con residuos en las calles. Además, reitera que pasará la factura de este gasto a Serra do Barbanza y anuncia que le requerirá que permita que la basura recogida sea tratada en la planta de Lousame.
Por su parte, la presidenta del comité de empresa se mantenía firme ayer en la convocatoria de huelga: la empresa advirtió de que podíamos estar cometiendo una ilegalidad, pero como no creemos que sea una huelga ilegal ni abusiva, la mantendremos".
Dos plenos hoy. Para acabar de caldear el ambiente, hoy se celebrarán en Ames no uno sino dos plenos relativos a la huelga de Servia. En el primero, convocado para las 19.30 horas, el alcalde propondrá la aprobación del pago de 200.000 € a Serra do Barbanza, "una liquidación por la que llevábamos tres años esperando y que por fin ahora nos han pasado tras llegar a acuerdo sobre la cuantía", explica. Una hora más tarde, comenzará otro debate, en este caso sobre una moción de apoyo a la viabilidad de la planta, presentada por la plantilla como condición sinequanom para continuar prestando el servicio en el municipio, pero que la alcaldía adaptó en su redacción, por lo que los trabajadores deberán decidir tras conocerla si satisface su demanda y ponen fin a la huelga.
DENUNCIA DEL PP. Por su parte, el Partido Popular de Ames culpó ayer al alcalde de "ser o único responsable de que se chegara a esta situación" y de "pór en risco a viabilidade" de Servia, a su criterio, en base a su decisión de recurrir a Tragsa para ejecutar la recogida, en caso de que la plantilla de la ecoplanta de Lousame mantenga la huelga.
Varapalo de la Xunta. Y en medio de toda la polémica, la mancomunidad Serra do Barbanza recibía ayer un varapalo de la Xunta al denegarle la petición de incrementar (multimplicando por 3) la cuantía de las retenciones que Facenda aplica a Ames en subvenciones para reducir la deuda con Servia. Pese a todo, la Xunta establece condiciones de pago que acelerarán la liquidación de la duda.
Hoy se sabrá si la mayoría de los concejales de Ames están por sacar adelante esta eficaz planta de tratamiento de basuras o por la contra, se alían con el equipo de gobierno.
Dinero no habrá para pagar a los proveedores, pero para cobrar las dietas de dos plenos, que bien podrían resumir en uno, si que parece que hay.
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