30 marzo 2011

Salmón: que la razón no se la envaine

:ecg: | 30/03/2011
Es una situación absurda, pero se veía venir: es ya tradicional que algo que se rechaza en un sitio, no sea aceptado en ningún otro. Al paso que vamos, va a resultar que aunque lo rechazado fuese un millón de euros, no sea fácil encontrarle nuevos destinatarios. Unos "por si acaso..."; y otros "para que no se crean que somos unos aprovechados". Somos así de parviños.

Estoy convencido de que haber sido rechazadas en la ría de Arousa es el principal motivo por el que los marineros de la ría de Muros-Noia trataron de impedir el traslado allí de dos jaulas de salmón. El temor a la supuesta potencialidad contaminante del cultivo de este teleósteo no puede ser más que una excusa, en un lugar en el que desde antiguo se convive con un montón de bateas. Porque tendría guasa ser capaz de montarla por un par de jaulas de salmones, después de haber permanecido impasibles desde siempre por 140 bateas, que son las que en Muros-Noia se ubican.

Claro que también podría ser que nunca existió tal impasibilidad, sino una profunda, aunque callada, preocupación por los detritus, "escombros" y demás desechos que los cultivos de mejillón producen, y que las jaulas de salmón sean la gota que derrama el vaso. Pero este argumento podría aducirse en la ría de Arousa, en la que están instaladas 2.500 bateas, en la de Muros-Noia se me antoja que sería forzar un poco la máquina.

Además, en esa ría ya hubo, durante algunos años, cultivo de salmón. Un salmón fantástico, por cierto, que si fracasó no fue por su falta de calidad o posibilidades de desarrollo -magníficas ambas- sino porque las empresas incipientes difícilmente pueden luchar contra situaciones de dumping, como la que representaba el subvencionado salmón noruego. Entonces no se trataba de dos jaulas, sino de doce, creo recordar, y su actividad no representó problemas ¿es posible que después de esa experiencia se tema ahora que esas dos gaiolas pongan en riesgo 5.000 puestos de trabajo?

Creo que hay que ser más riguroso. La acuicultura es una actividad de presente y con futuro que, como está más que demostrado, en Galicia encuentra unas inmejorables condiciones para su desarrollo, por lo que, si sabemos hacer las cosas, podemos ser muy competitivos y obtener buenos rendimientos. Nunca nadie discutió su impulso, del que siempre se dijo que pasaba, entre otras cosas, por favorecer el cultivo de nuevas especies, sin que se expresase el más tímido pero.

También es cierto que la acuicultura no es inocua (como no lo es ninguna otra actividad productiva), pero tampoco se puede encuadrar entre las "contaminantes", lo que, por supuesto, no es óbice para que se exijan todas las cautelas, de modo que el impacto ambiental de los cultivos sea el mínimo posible, y que los proyectos estén fundamentados y avalados con la suficiente cobertura científico-técnica, que garantice su viabilidad y armonía con otras actividades. Pero eso tiene que valer tanto para el salmón, como para cualquier otra especie. Lo que no parece razonable es ponerse estupendo y reclamar unas rías libres de cagarrutas (con perdón) de salmón, olvidándose de las demás especies cultivadas.

La presencia de jaulas de salmón en la ría de Muros-Noia puede suponer el reinicio de un camino infelizmente frustrado mediados los noventa. Los marineros de la zona deberían verlo como una oportunidad, no como una amenaza. Que hayan sido rechazadas en otro sitio no debería nublarles la vista.

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Somos muchos los que nos seguimos preguntando por qué el bipartito en su día autorizó la colocación de dos jaulas en la ría de Arousa, sabiendo que allí había 2.500 bateas de mejillón y ahora, desde la oposición, protestan porque se ubiquen en una ría en la que solo hay 140. ¿No es algo contradictorio?

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