:ecg: | 10/03/2011
Una larga comitiva, más cachonda que fúnebre, protagonizó el último desfile del Carnaval local. En O Son volvió a arrasar la comparsa 'Os de sempre'. Exitoso París-Dakar en Noia
El Carnaval se va acabando y toca encartar los bártulos hasta el año que viene. Y como poner fin a la fiesta siempre es doloroso, quizá por eso alguien estableció en su día que los homenajes a Don Carnal debían rematar en duelo.
En Ribeira, una comitiva, fúnebre pero cachondona, puso fin ayer a tanta fiesta con el Enterro do Felipe que, según consta en su esquela, falleció "confortado con filloas e augardente".
Abrían la comitiva el "obispo de Moldes, reverendísimo Doutor da Filloa Seca" y el "Gobernador do Entroido, Pedro Pateiro".
Una vez despedido el Felipe, los participantes en el desfile volvieron sobre sus pasos para ahogar tanta pena en una espectacular merendola a base de orejas, filloas, rosquillas y vino.
En Noia, la tradición manda enterrar la sardina y así se hizo con un desfile que salió a las ocho y media de O Tapal. Previamente se había celebrado con notable éxito el desfile París-Dakar, que salió desde San Lázaro hacia el polideportivo. Entre los más aplaudidos estaban los miembros de una comparsa que iban disfrazados de rusos y los que dedicaron su ingenio y su creatividad al zodíaco.
En Porto do Son, la escasa participación en el concurso de comparsas (sólo había tres) no restó un ápice de humor a la diversión ni al desfile. El público volvió a premiar a la comparsa Os de sempre, que se alzó con la victoria del certamen celebrado en la Plaza de España la tarde del martes.
El Carnaval se va acabando y toca encartar los bártulos hasta el año que viene. Y como poner fin a la fiesta siempre es doloroso, quizá por eso alguien estableció en su día que los homenajes a Don Carnal debían rematar en duelo.
En Ribeira, una comitiva, fúnebre pero cachondona, puso fin ayer a tanta fiesta con el Enterro do Felipe que, según consta en su esquela, falleció "confortado con filloas e augardente".
Abrían la comitiva el "obispo de Moldes, reverendísimo Doutor da Filloa Seca" y el "Gobernador do Entroido, Pedro Pateiro".
Una vez despedido el Felipe, los participantes en el desfile volvieron sobre sus pasos para ahogar tanta pena en una espectacular merendola a base de orejas, filloas, rosquillas y vino.
En Noia, la tradición manda enterrar la sardina y así se hizo con un desfile que salió a las ocho y media de O Tapal. Previamente se había celebrado con notable éxito el desfile París-Dakar, que salió desde San Lázaro hacia el polideportivo. Entre los más aplaudidos estaban los miembros de una comparsa que iban disfrazados de rusos y los que dedicaron su ingenio y su creatividad al zodíaco.
En Porto do Son, la escasa participación en el concurso de comparsas (sólo había tres) no restó un ápice de humor a la diversión ni al desfile. El público volvió a premiar a la comparsa Os de sempre, que se alzó con la victoria del certamen celebrado en la Plaza de España la tarde del martes.
En Porto do Son votó un jurado, no el público.
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