:lvg: | 9/3/2011
Desfiles, murgas y animación a pie de calle fueron la antesala del miércoles de Ceniza
Qué tendrá el carnaval que tanto engancha. Serán el confeti, el anonimato de las máscaras o la diversión sin fin, no está muy claro, el caso es que pocas veces estas fechas dieron tanto de sí. El sol espléndido y las ganas de echarle humor a la crisis vencieron a la pereza, y los vecinos de la comarca se empaparon masivamente del espíritu del entroido para homenajear como se merece a don Carnal. No en vano, ayer fue el día grande de las celebraciones, festivo en cuatro concellos de la zona, y jornada de fiesta también en aquellos en los que, aunque tocó trabajar, las ansias de ponerse el disfraz casi por última vez este año hicieron más llevadero el día.
En Ribeira -tras la noche mágica del lunes que se vivió en la carpa de carnaval de la plaza de Os Mariñeiros y en los establecimientos de su entorno- la programación dejó descansar la resaca a los mayores y se centró en la diversión de los más pequeños. Las inmediaciones del auditorio se llenaron de las carcajadas de todos aquellos que participaron en una gran fiesta infantil que contó a última hora de la tarde con unos invitados muy especiales: Os Bolechas de Pepe Carreiro y Caramuxo Teatro.
Las carrozas y los mejores trajes de fantasía se reservaron en Boiro, A Pobra y Porto do Son para el día de ayer, preludio del miércoles de Ceniza. Tocaba recorrer las calles entre murgas y repartir una lluvia de euros entre aquellos disfraces más elaborados y entre aquellas agrupaciones que hicieran el uso más aplaudido de la ironía.
En Noia fue la tarde de choqueiros el acto que terminó de conquistar a los vecinos amantes del entroido. Durante más de tres horas, en la plaza de O Tapal hubo talleres y animación a pie de calle, además de una degustación de postres típicos que cargó las pilas a todos aquellos que planeaban tomar parte en el París -Dakar.
Rianxo, Muros y Carnota no quisieron ser menos y ofrecieron actividades a los más pequeños, fiestas de disfraces, sorteos y la alegría de las charangas. Hoy, miércoles de Ceniza, los entierros de O Felipe, O Felipiño y la sardina serán los actos que despedirán el carnaval hasta el año que viene.
Qué tendrá el carnaval que tanto engancha. Serán el confeti, el anonimato de las máscaras o la diversión sin fin, no está muy claro, el caso es que pocas veces estas fechas dieron tanto de sí. El sol espléndido y las ganas de echarle humor a la crisis vencieron a la pereza, y los vecinos de la comarca se empaparon masivamente del espíritu del entroido para homenajear como se merece a don Carnal. No en vano, ayer fue el día grande de las celebraciones, festivo en cuatro concellos de la zona, y jornada de fiesta también en aquellos en los que, aunque tocó trabajar, las ansias de ponerse el disfraz casi por última vez este año hicieron más llevadero el día.
En Ribeira -tras la noche mágica del lunes que se vivió en la carpa de carnaval de la plaza de Os Mariñeiros y en los establecimientos de su entorno- la programación dejó descansar la resaca a los mayores y se centró en la diversión de los más pequeños. Las inmediaciones del auditorio se llenaron de las carcajadas de todos aquellos que participaron en una gran fiesta infantil que contó a última hora de la tarde con unos invitados muy especiales: Os Bolechas de Pepe Carreiro y Caramuxo Teatro.
Las carrozas y los mejores trajes de fantasía se reservaron en Boiro, A Pobra y Porto do Son para el día de ayer, preludio del miércoles de Ceniza. Tocaba recorrer las calles entre murgas y repartir una lluvia de euros entre aquellos disfraces más elaborados y entre aquellas agrupaciones que hicieran el uso más aplaudido de la ironía.
En Noia fue la tarde de choqueiros el acto que terminó de conquistar a los vecinos amantes del entroido. Durante más de tres horas, en la plaza de O Tapal hubo talleres y animación a pie de calle, además de una degustación de postres típicos que cargó las pilas a todos aquellos que planeaban tomar parte en el París -Dakar.
Rianxo, Muros y Carnota no quisieron ser menos y ofrecieron actividades a los más pequeños, fiestas de disfraces, sorteos y la alegría de las charangas. Hoy, miércoles de Ceniza, los entierros de O Felipe, O Felipiño y la sardina serán los actos que despedirán el carnaval hasta el año que viene.
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