:lvg: | 5/3/2011
A Pobra, Boiro y Noia son los que tienen los inmuebles más recientes
Más de la mitad de los habitantes de la zona no recuerdan cuándo se construyó la casa o el inmueble en el que viven. No en vano, mientras que la edad media de los habitantes de la zona apenas supera los 45 años, la antigüedad media de los inmuebles de la zona ronda ya el medio siglo. Pese al espectacular crecimiento urbanístico registrado durante la última década, cuatro de cada diez hogares de las comarcas de Barbanza, Muros y Noia fueron construidos antes de 1950.
En este sentido, el municipio de Lousame pasa por ser el que cuenta con un censo de viviendas más envejecido, ya que el 58% del total se levantaron antes de que comenzara la década de los 50. Tras el se sitúa el concello de Muros, donde la mitad exacta de los inmuebles superan los 60 años de edad, y Carnota, donde el porcentaje de hogares edificados antes de la fecha reseñada es del 47,8%.
Última mitad del siglo XX
En el otro extremo se colocan A Pobra, Boiro y Noia, los municipios más jóvenes de la zona si tenemos en cuenta la antigüedad del conjunto de sus construcciones. En los tres casos, el 75% de los inmuebles datan de la última mitad del siglo XX.
Los datos publicados por el Instituto Galego de Estadística, a partir del último censo de población y viviendas, permite también un curioso desglose por parroquias para conocer qué entidad colectiva de las 87 repartidas por la zona posee las viviendas con más solera, con permiso de las existentes en los cascos antiguos de Noia y Muros. Esta no es otra que la de San Miguel de Sestaio, en Muros, donde el 82,6% del total de casas se concluyeron antes de 1950. Le sigue Santa Eulalia de Vilacoba, en Lousame, y Ribasieira, en Porto do Son.
Todo lo contrario sucede en O Obre, Castro, Aguiño y Queiruga, pertenecientes a los municipios de Noia, Boiro, Ribeira y Porto do Son, donde apenas dos casas de cada diez pueden considerarse antiguas al superar los 60 años de vida.
Del análisis de los datos estadísticos también se concluye claramente cuáles han sido las localidades de la comarca en las que el auge de la construcción ha estado más presente durante los últimos años, época de fuerte crecimiento de este sector en el área barbanzana.
De hecho, en parroquias como Abelleira o Louro, en el término de Muros; O Caramiñal o Lesón, en A Pobra, o Carreira, en Ribeira, entre otras, una de cada tres viviendas fueron construidas en las dos últimas décadas. Se trata, por tanto de las áreas con los inmuebles que menos años tienen.
Más de la mitad de los habitantes de la zona no recuerdan cuándo se construyó la casa o el inmueble en el que viven. No en vano, mientras que la edad media de los habitantes de la zona apenas supera los 45 años, la antigüedad media de los inmuebles de la zona ronda ya el medio siglo. Pese al espectacular crecimiento urbanístico registrado durante la última década, cuatro de cada diez hogares de las comarcas de Barbanza, Muros y Noia fueron construidos antes de 1950.
En este sentido, el municipio de Lousame pasa por ser el que cuenta con un censo de viviendas más envejecido, ya que el 58% del total se levantaron antes de que comenzara la década de los 50. Tras el se sitúa el concello de Muros, donde la mitad exacta de los inmuebles superan los 60 años de edad, y Carnota, donde el porcentaje de hogares edificados antes de la fecha reseñada es del 47,8%.
Última mitad del siglo XX
En el otro extremo se colocan A Pobra, Boiro y Noia, los municipios más jóvenes de la zona si tenemos en cuenta la antigüedad del conjunto de sus construcciones. En los tres casos, el 75% de los inmuebles datan de la última mitad del siglo XX.
Los datos publicados por el Instituto Galego de Estadística, a partir del último censo de población y viviendas, permite también un curioso desglose por parroquias para conocer qué entidad colectiva de las 87 repartidas por la zona posee las viviendas con más solera, con permiso de las existentes en los cascos antiguos de Noia y Muros. Esta no es otra que la de San Miguel de Sestaio, en Muros, donde el 82,6% del total de casas se concluyeron antes de 1950. Le sigue Santa Eulalia de Vilacoba, en Lousame, y Ribasieira, en Porto do Son.
Todo lo contrario sucede en O Obre, Castro, Aguiño y Queiruga, pertenecientes a los municipios de Noia, Boiro, Ribeira y Porto do Son, donde apenas dos casas de cada diez pueden considerarse antiguas al superar los 60 años de vida.
Del análisis de los datos estadísticos también se concluye claramente cuáles han sido las localidades de la comarca en las que el auge de la construcción ha estado más presente durante los últimos años, época de fuerte crecimiento de este sector en el área barbanzana.
De hecho, en parroquias como Abelleira o Louro, en el término de Muros; O Caramiñal o Lesón, en A Pobra, o Carreira, en Ribeira, entre otras, una de cada tres viviendas fueron construidas en las dos últimas décadas. Se trata, por tanto de las áreas con los inmuebles que menos años tienen.
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