:lvg: | 15/1/2011
Ribeira ni siquiera alcanza la cifra de un volumen por persona, y Lousame lo supera solo ligeramente
Las bibliotecas de Porto do Son son las únicas de la zona que sobrepasan estas recomendaciones
La lectura, ese bien inmaterial tan preciado y, en ocasiones, tan poco valorado, tiene un papel relativamente importante en Barbanza. Al menos eso es lo que se desprende de las últimas estadísticas publicadas por la Rede de Bibliotecas de Galicia, que depende de la Consellería de Cultura e Turismo de la Xunta, y en la que se incluyen los centros municipales de la zona. Según la información de la que se dispone, datada del 31 de diciembre del 2009, los fondos de estas bibliotecas suman un total de 227.601 volúmenes y, de ellos, 217.954 son libros. Esto significa que en la comarca barbanzana se cuenta con 1,9 obras por habitante. De esta manera, se cumplen, aunque por los pelos, las recomendaciones marcadas por la Unesco y la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, que establecen que debe haber, al menos, entre 1,5 y 2,5 libros por habitante.
Aun así, el nivel óptimo en cuanto a porcentaje de publicaciones, según este organismo, tendría que ser superior. En la comarca, solo un municipio supera estos criterios mínimos marcados por la Unesco: el de Porto do Son. De hecho, dispone de seis centros contabilizados en la red gallega, y suma 32.898 volúmenes -solo sobrepasado por Boiro- lo que supone una media de más de tres libros por habitante.
Le siguen de cerca los municipios de Carnota, Outes, Mazaricos y A Pobra, que superan el porcentaje de dos libros por habitante. En los concellos de Boiro y Muros también disponen de más de un centro incluido en la red gallega.
Nuevos envíos
En el otro lado de la balanza se encuentran Ribeira y Lousame, que ni siquiera llegan a los mínimos establecidos. En el caso de la capital barbanzana, en el 2009 había un total de 26.789 obras -a fecha del pasado día 13, con el último envío de material, la cifra de volúmenes ya ascendía a 29.098-, lo que implica una ratio inferior a un libro por vecino. En el caso lousamiano, hay contabilizadas 5.218 publicaciones, superando apenas el porcentaje de un texto por persona.
Dentro de los volúmenes con los que cuenta cada biblioteca se incluyen libros, pero también manuscritos, documentos sonoros, audiovisuales, música, diapositivas, cartografía... Aun así, el grueso de las obras se lo siguen llevando los libros. En cuanto a la cifra de soportes audiovisuales y electrónicos, todavía no existen unas disposiciones concretas sobre las ratios óptimas.
Por lo que se refiere a la relación entre bibliotecas, hubo un intento de aunar esfuerzos y crear un carné de socio común entre varios centros de la comarca. Finalmente, no llegó a cuajar, pero la idea sigue ahí, y la colaboración entre recintos es continua.
La labor que realizan las bibliotecas municipales se completa también con las agencias municipales de lectura, una especie de satélites de las primeras, que proliferan por toda la geografía barbanzana. A esto se podrían añadir las bibliotecas de distintas asociaciones e incluso las de los centros educativos.
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Además de prestar obras, también son un foco cultural con variedad de actividades lúdicas
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