:ecg: | 25/01/2011
El conductor de 68 años que dio positivo en dos pruebas de alcoholemia y fue detenido tras circular unos cinco kilómetros en sentido contrario por la autopista AP-9 a su paso por el municipio pontevedrés de Caldas de Reis no pudo pasar ayer a disposición de la autoridad judicial, como estaba inicialmente previsto, debido a una indisposición por la que tuvo que ser hospitalizado.
Fuentes de la Guardia Civil de Tráfico señalaron que J.B.A., que es vecino de Porto do Son, sufrió una indisposición cuando se instruían las diligencias en la Comandancia de Pontevedra y fue trasladado al Hospital Domínguez.
Este sexagenerio fue interceptado a las 20.30 horas del domingo, cuando circulaba en sentido contrario a la altura del punto kilométrico 100 de la AP-9.
Las mismas fuentes de la Guardia Civil precisaron que J.B.A. recorrió unos cinco kilómetros en sentido contrario y desobedeció las órdenes de alto que le dieron los agentes que participaron en esta intervención, uno de los cuales se subió al capó del Renault Megane que conducía para obligarle a detener el vehículo.
También puntualizaron que la conducción temeraria del arrestado originó situaciones de riesgo graves para los demás usuarios de la AP-9; de hecho, llegó a provocar dos accidentes que sólo causaron daños materiales.
Una vez detuvo el coche, J.B.A. fue sometido a dos pruebas de alcoholemia en las que dio sendos resultados positivos, y más concretamente de 0,87 miligramos de alcohol por cada litro de aire espirado.
Fuentes de la Guardia Civil de Tráfico señalaron que J.B.A., que es vecino de Porto do Son, sufrió una indisposición cuando se instruían las diligencias en la Comandancia de Pontevedra y fue trasladado al Hospital Domínguez.
Este sexagenerio fue interceptado a las 20.30 horas del domingo, cuando circulaba en sentido contrario a la altura del punto kilométrico 100 de la AP-9.
Las mismas fuentes de la Guardia Civil precisaron que J.B.A. recorrió unos cinco kilómetros en sentido contrario y desobedeció las órdenes de alto que le dieron los agentes que participaron en esta intervención, uno de los cuales se subió al capó del Renault Megane que conducía para obligarle a detener el vehículo.
También puntualizaron que la conducción temeraria del arrestado originó situaciones de riesgo graves para los demás usuarios de la AP-9; de hecho, llegó a provocar dos accidentes que sólo causaron daños materiales.
Una vez detuvo el coche, J.B.A. fue sometido a dos pruebas de alcoholemia en las que dio sendos resultados positivos, y más concretamente de 0,87 miligramos de alcohol por cada litro de aire espirado.
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