:lvg: | 17/1/2011
Una escultura perpetúa la memoria del abanderado de la eutanasiaUna escultura perpetúa la memoria del abanderado de la eutanasia
La playa de As Furnas, paraje azotado por el bravo Atlántico como ayer se evidenciaba, fue el punto de partida de la lucha del sonense Ramón Sampedro. En el arenal sufrió el accidente que, a los 25 años, le dejó tetrapléjico y postrado en la cama hasta que en enero del 1998 decidió quitarse la vida reivindicando su derecho a una muerte digna. Aquella decisión despertó el debate sobre la eutanasia que sigue hoy vigente y de plena actualidad. Y cada segundo domingo de enero, sus familiares, amigos y admiradores recuerdan a la persona y a su ideario en el fatídico lugar donde, desde ayer, un monumento recuerda las circunstancias del sonense.
En un acto condicionado por el temporal de viento y lluvia, el alcalde de Porto do Son, Xoán Pastor Rodríguez, señaló que el monumento pretende mantener imborrable la memoria de Ramón Sampedro y honrar a sus familiares y amigos. El autor de la obra, el artista Nacho Costa Beiro, explicó la significación del icono, del que dijo que no es un mero busto, sino la representación de lo que vivió el tetrapléjico.
La creación es una recreación de lo que era Ramón Sampedro, un hombre postrado en una cama ?así se reproduce en bronce? en la que estaba recluido como en una cárcel ?representada por unas estructuras metálicas que parecen barrotes vistos desde la playa?, y con dos ventanas a su lado, una mirando al mar y otra al monte ?que son las mismas estructuras metálicas, pero que vistas desde la perspectiva del monumento de bronce parecen ventanas?.
Poesía en bronce
En la parte posterior, se reproduce una pequeña poesía de Sampedro: «Tí coma min, mar; eu coma tí; mar. Por sentirme preso, eu coma tí, mar».
Una vez inaugurado el monumento, los asistentes se dirigieron al punto donde Sampedro sufrió el accidente. Allí, familiares, amigos y miembros de la asociación Derecho a una Muerte Digna (DMD) recitaron poemas de los libros del abanderado de la eutanasia. El alcalde de Porto do Son optó por dar lectura a unos versos de su autoría, que escribió en el año 1997, poco después de conocer a Sampedro, centrados en la fatídica y, al mismo tiempo, paradisíaca playa, donde ayer azotaban las rocas olas de hasta cinco metros.
Pese a las inclemencias del tiempo, el acto que ayer se desarrolló en el arenal de la parroquia sonense de Xuño fue uno de los más concurridos de los que se llevan organizado. Además de las personas de la localidad, asistieron otras llegadas de Madrid, Cataluña, País Vasco, Asturias y Aragón, integradas en la asociación DMD.
También acudieron los familiares con los que vivió Ramón Sampedro, entre ellos su hermano José y su cuñada Manuela Sanlés, quien, al ver la orientación del busto preguntó por qué no lo habían puesto mirando al mar.
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Flores en el mar
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Poesía en bronce
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