:lvg: | 28/1/2011
Ante un patio de butacas completamente abarrotado transcurrió el estreno de la agrupación de teatro aficionado Queixumes de Porto do Son. Bajo la dirección de Manuel Mariño del Río, la compañía representó Vostede pode ser un asasino, un texto de Alfonso Paso que se convierte en la decimoquinta obra que escenifican este conjunto de sonenses a los que les une su devoción por las artes escénicas.
El colectivo no tuvo problemas para entretener al público ni para despertar carcajadas y aplausos espontáneos con sus diálogos, una mezcla de intriga y suspense que contribuyó a que los numerosos espectadores presentes en la casa de cultura mantuvieran la atención hasta el último momento. Se notaron las horas de ensayo del último año y el empeño que pusieron Manuel García Santos, en el papel de Simón; Baldomero Iglesias, como Enrique; Juana Piñeiro, Bríxida; Carmen Teira, Noela; María Santos, Dupont; Marita García, Margarita; Fina Calo, que ejerció de inspectora; y el propio Mariño, que se puso en la piel de Xulio.
El objetivo a corto plazo que se marca esta agrupación es recorrer el resto de centros culturales existentes en el municipio sonense, tratando de entretener al público con esta comedia y, si surge la oportunidad, dejarse caer también por otras localidades de Barbanza. Y es que, en todos los casos, se trata de personas que encontraron en el teatro la forma perfecta para romper con la rutina diaria.
El colectivo no tuvo problemas para entretener al público ni para despertar carcajadas y aplausos espontáneos con sus diálogos, una mezcla de intriga y suspense que contribuyó a que los numerosos espectadores presentes en la casa de cultura mantuvieran la atención hasta el último momento. Se notaron las horas de ensayo del último año y el empeño que pusieron Manuel García Santos, en el papel de Simón; Baldomero Iglesias, como Enrique; Juana Piñeiro, Bríxida; Carmen Teira, Noela; María Santos, Dupont; Marita García, Margarita; Fina Calo, que ejerció de inspectora; y el propio Mariño, que se puso en la piel de Xulio.
El objetivo a corto plazo que se marca esta agrupación es recorrer el resto de centros culturales existentes en el municipio sonense, tratando de entretener al público con esta comedia y, si surge la oportunidad, dejarse caer también por otras localidades de Barbanza. Y es que, en todos los casos, se trata de personas que encontraron en el teatro la forma perfecta para romper con la rutina diaria.
Actos como este son los que hacen pequeña nuestra Casa de Cultura y no hizo falta que viniese gente de fuera para que no cupiese un alfiler. Quienes se perdieron la función no dejen de acudir cuando se celebre en algunas parroquias.
Enhorabuena a nuestros actores y actrices y sobre todo a Manuel Mariño, que no sabemos de donde saca tanto tiempo.
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