La cifra se incrementó el pasado ejercicio un 8,7% con respecto a la existente al término del año 2008. La cuantía supone un promedio comarcal de 313 euros por ciudadano, frente a los 171 de la media gallega.
La crisis económica no solo se deja notar en los bolsillos de la mayor parte de las familias y empresas barbanzanas, sino que también se extiende hasta las propias Administraciones. En este caso son los ayuntamientos los que más están sufriendo la actual época de vacas flacas debido, sobre todo, a las caídas de sus ingresos tributarios, razón que les está obligando a aumentar todavía más sus niveles de endeudamiento. Tanto es así que los créditos con los bancos, en los once municipios de la comarca, superan los 38,7 millones de euros.
El dato, que se corresponde al informe que con fecha de 31 de diciembre del 2009 elaboró la Secretaría de Estado de Hacienda y Presupuestos, es todavía más preocupante si se tiene en cuenta que la cantidad se ha incrementado un 8,7% con respecto a la misma fecha del ejercicio del 2008.
Los tres primeros
Boiro encabeza la relación de municipios de la zona que registran un mayor volumen de obligaciones contraídas con bancos y cajas de ahorro, con más de 10,8 millones. Le sigue Ribeira, con 6,53, y Rianxo, con 5,77 millones de euros. El de A Pobra, por su parte, adeudaba a finales de año algo más de 3 millones de euros, mientras que el montante de los créditos suscritos por Noia y Muros alcanzaba 2,8 y 2,7 millones, respectivamente.
En el límite de los dos millones se mueven Porto do Son y Carnota, cantidad de la que todavía está lejos Outes, con 1,7 millones.
En términos absolutos, los concellos que atraviesan una mejor situación financiera, al menos en lo referente a la cuantía de su deuda viva, son Mazaricos y Lousame. El primero tiene pendientes 624.000 euros y el segundo tiene todavía sin amortizar otros 533.000.
Si el análisis de los datos incluidos en el informe sobre deuda viva de las entidades locales se realiza a un nivel más global se aprecia una diferencia sustancial entre las tres comarcas barbanzanas y, a su vez, de estas con las áreas limítrofes.
Comparación
Mientras los municipios de Arousa norte promedian unos saldos pendientes de 405 euros por habitante, en Muros estos son de 333 y, en Noia, de 195 euros. En el conjunto de los once ayuntamientos de la zona, la cifra media asciende a 313 euros por vecino, frente a los 171 de la gallega.
La comarca del Xallas, a la que pertenece Mazaricos, acumula un volumen de prestamos equivalente a los 141 euros por habitante, mientras que la de O Sar registra una de las cuantías más bajas de la comunidad gallega, con tan solo 56 euros.
En los municipios que componen la comarca de O Salnés el promedio es de 313 euros por ciudadano; en el área de Santiago, 177 euros; y en la de A Barcala, 290. Por su parte, en Fisterra deben de media 123 euros por habitante, y en Bergantiños, 161. El municipio de Carballo, capital de esta última zona, alcanza un montante de deuda bancaria por habitante de 157 euros.
El volumen medio del endeudamiento por residente de los 93 municipios coruñeses se sitúa en 309 euros, el más bajo de las cuatro provincias gallegas.
Pese al incremento constante de la deuda viva municipal, la comunidad gallega se mantiene entre las autonomías cuyos ayuntamientos tienen menos cargas financieras, con una media de 240 euros por habitante. El montante total de los préstamos contraídos que están pendientes de liquidar asciende a 670 millones de euros. Esta cifra, aunque a primera vista pueda parecer muy elevada está, sin embargo, muy alejada de los 1.296 euros por vecino que adeudan los ayuntamientos de la comunidad madrileña, los 2.527 de los ceutíes o los 1.277 euros de los melillenses.
Pese a que las cuantías que tienen pendientes de abonar los concellos gallegos a las entidades financieras se sitúan entre las más bajas, las Administraciones locales de la comunidad están pasando auténticos apuros. De hecho, los ayuntamientos en peor situación han emprendido una serie de medidas para aminorar estos importes o, por lo menos, para agilizar la amortización y evitar que la suma continúe en ascenso.
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Solo los municipios de
Porto do Son, A Pobra y Carnota han logrado reducir la cuantía de los créditos solicitados a entidades bancarias durante el último año. Lo han hecho en porcentajes discretos, que oscilan entre el 8,62% de Porto do Son -algo más de 200.000 euros menos- y el 5,64% del carnotano, que representa una reducción de la deuda de 116.000 euros.
La Administración pobrense ha logrado amortizar algo más de 235.000 euros, lo que representa un 7,11% de la deuda viva que tenía contraída a principios de año.
Estos buenos datos no permiten, sin embargo, que el conjunto de la comarca registre una evolución positiva en lo que se refiere a las obligaciones bancarias suscritas por los concellos. De hecho, el conjunto registra un aumento de su endeudamiento por este concepto del 10,4%, el doble del que promedia el global de Galicia, empujada por las operaciones llevadas a cabo en Rianxo o Mazaricos que han aumentado su deuda bancaria un 58 y un 28%, respectivamente, en el último ejercicio.
Analizando los datos de Porto do Son, parece que el señor Tomé y su equipo de gobierno, más que un insuficiente tal y como lo tachó el PSOE y el BNG para acallar las criticas por su moción de censura, no solo ha sido un alumno aventajado si no, que ha logrado un sobresaliente.
Pillar un Ayuntamiento endeudado hasta las orejas (BNG dixit en los mitines) y comenzar a sanearlo en plena crisis no es moco de pavo. No, si poco a poco se empieza a conocer los verdaderos motivos de la censura.