:lvg: | 07/04/2010
Hartos de esperar a que el Gobierno autonómico mueva ficha, comuneros barbanzanos han decidido dar un paso adelante y solicitar una reunión con los responsables de la Xunta para reclamar que se autoricen las centrales eléctricas de biomasa. Ramón Calo, perteneciente a la comunidad de montes de Insuachán, en Boiro, y en su día coordinador de los colectivos que desde la comarca promovieron la construcción de una estación para producir energía a partir de residuos forestales, pidió audiencia en San Caetano después de que los populares incumpliesen sus compromisos en esta materia.
Según explicó, hace unos seis meses, mantuvo un encuentro con el grupo parlamentario del PP donde le aseguraron que en marzo se pondría en marcha la maquinaria para la concesión de las centrales de biomasa. Pero los 31 días de marzo transcurrieron sin que hubiese novedades y Calo considera que el margen de maniobra que se ha dado a la Xunta para autorizar estas estaciones eléctricas ha sido más que suficiente.
La demanda de este tipo de construcciones para el aprovechamiento de los desechos procedentes de los montes barbanzanos no es ninguna novedad, y de iniciativas de este tipo comenzó a hablarse en el 2005. Entonces, decenas de comunidades de montes de la zona, e incluso de Padrón, suscribieron convenios con diversas empresas interesadas en producir energía a partir de masa forestal. Se solucionaba así uno de los principales escollos para el aprovechamiento de esta materia prima, el elevado coste de la limpieza, ya que las firmas asumirían este gasto a cambio de la cesión gratuita de todos los desechos.
Con la aprobación en el verano del 2008 de un decreto que autorizaba la producción de 80 megavatios de potencia para toda Galicia a partir de biomasa, el camino parecía expedito para que las centrales pudiesen comenzar a funcionar.
Parón
Pero no fue así, y el proceso sufrió un nuevo parón que, a día de hoy, sigue obstaculizando la producción de energía a partir de masa forestal.
Una de las razones por las que se retoma todo este asunto precisamente ahora es por la proximidad del verano, ya que la maleza es el caldo de cultivo ideal para la proliferación de los incendios.
Según explicó, hace unos seis meses, mantuvo un encuentro con el grupo parlamentario del PP donde le aseguraron que en marzo se pondría en marcha la maquinaria para la concesión de las centrales de biomasa. Pero los 31 días de marzo transcurrieron sin que hubiese novedades y Calo considera que el margen de maniobra que se ha dado a la Xunta para autorizar estas estaciones eléctricas ha sido más que suficiente.
La demanda de este tipo de construcciones para el aprovechamiento de los desechos procedentes de los montes barbanzanos no es ninguna novedad, y de iniciativas de este tipo comenzó a hablarse en el 2005. Entonces, decenas de comunidades de montes de la zona, e incluso de Padrón, suscribieron convenios con diversas empresas interesadas en producir energía a partir de masa forestal. Se solucionaba así uno de los principales escollos para el aprovechamiento de esta materia prima, el elevado coste de la limpieza, ya que las firmas asumirían este gasto a cambio de la cesión gratuita de todos los desechos.
Con la aprobación en el verano del 2008 de un decreto que autorizaba la producción de 80 megavatios de potencia para toda Galicia a partir de biomasa, el camino parecía expedito para que las centrales pudiesen comenzar a funcionar.
Parón
Pero no fue así, y el proceso sufrió un nuevo parón que, a día de hoy, sigue obstaculizando la producción de energía a partir de masa forestal.
Una de las razones por las que se retoma todo este asunto precisamente ahora es por la proximidad del verano, ya que la maleza es el caldo de cultivo ideal para la proliferación de los incendios.
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