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El conflicto de la basura con Ecoembes pone contra las cuerdas a la planta
El problema que acecha a la planta de compostaje de Servia desde enero se ha convertido en una hemorragia que lejos de remitir, cada día se agudiza más. Y es que el conflicto al que tiene que hacer frente primero la multinacional concesionaria, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), y en consecuencia la entidad propietaria, la Mancomunidade Serra do Barbanza, ha llegado a un punto que resulta difícil de soportar. En la actualidad, el choque de opiniones que ha derivado en esta situación ha hecho que el complejo medioambiental acumule más de 13.000 toneladas de envases ligeros.
En números, un portavoz de FCC explicaba al inicio de este conflicto que las pérdidas calculadas ascendían a 50.000 euros cada 30 días. Un cifra que multiplicada por los meses que han transcurrido del presente año desvelan que FCC ya ha perdido alrededor de 400.000 euros. Fuentes de esta multinacional han confirmado que no están dispuestos a asumir esta cantidad y que tendrá que ser la mancomunidad la que los costee en su momento.
El conflicto de la basura que coloca sobre el filo de la navaja a esta planta de reciclaje y a sus 150 trabajadores surgió cuando Ecoembes, la sociedad constituida por fabricantes que pagan un canon anual destinado a la recuperación de los envases que producen, decidió por su cuenta recoger únicamente el 30% del total que la planta lousamiana acumula mensualmente.
Nave de almacenamiento
Esta situación ha provocado la saturación de este espacio, cuya dirección ha tenido que reutilizar una nave destinada al almacenamiento de contenedores para guardar las miles de toneladas de envases ligeros.
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Agujeros negros
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