:lvg: | 6/3/2011
Mientras los políticos se tiran los datos del paro a la cabeza, que si son culpa de ZP o de Feijoo -lógico, son los que gobiernan ahora... como si cuando había bipartito galaico aquí trabajara hasta la abuela-, Barbanza se erige como una isla en medio del océano del desempleo. El milagro, desengáñense, no es de nuestros representantes públicos, que los pobres hacen lo que pueden -o se le supone-, sino de nuestros empresarios; expresamente, los del sector de la alimentación; concretamente, la conserva; y particularmente, dos grupos industriales: Jealsa y Frinsa, que lideran el ránking continental en la producción de atún.
Siguiendo con las habichuelas, la semana empezaba con los coletazos de la concentración contra los recortes de la cuota de lirio, un intento de demostración de solidaridad con la flota arrastrera de Ribeira de la que trascendieron sintomáticas imágenes. En el tiempo que duró la protesta, locales hosteleros de la ciudad cerraron sus puertas sin que nadie se lo pidiese, lo que evidencia compromiso. Entre los, dicen, tres mil manifestantes, llamaba la atención la gran cantidad de niños y mujeres que participaban: es lógico, los sábados son días sagrados para los hombres del mar, están cumpliendo el descanso semanal obligatorio después de unas agotadoras jornadas de inactividad, o de media actividad, porque los recortes que impone la Unión Europea seguro que obligan a los marineros a realizar todo un ejercicio de selección de especies para no pescar ni una pieza más de la cantidad agotada.
Ya sin ironías, la sociedad ribeirense sí se mojó con la flota, consciente de que está en juego un importante pilar de la economía barbanzana. Pero, una vez más, los trabajadores del mar pusieron en evidencia que quizás están recogiendo lo que han sembrado, porque la desunión quedó de manifiesto al comprobar sonadas ausencias de profesionales de otras flotas, como si les importasen un bledo las restricciones.
Puede que en ese pasotismo tengan algo que ver las presuntas ventas que se hacen por fuera de la lonja, que no solo se convierten en fuente de dinero negro, sino que repercuten en los balances pesqueros en los que puede basarse la Unión Europea para realizar los repartos de cupo, es decir, si a España le asignan 10.000 toneladas de lirio, pesca 20.000 y solamente declara 5.000, el resultado es que a nuestra flota le han sobrado, aparentemente, 5.000 toneladas que, por descontado, en el próximo ejercicio se irán para otra parte del continente. Conclusión: la avaricia rompe el saco.
Semana del trabajo
Como esta ha sido la semana del trabajo o del paro, según se mire, también pasó por Boiro el Vázquez nacionalista y subrayó que el municipio era un ejemplo de compromiso en la generación de empleo. La nota de prensa señalaba que el Centro de Formación-Escola de Hostalería-Viveiro de Empresas fue una «iniciativa posta en marcha polo BNG dende o goberno de Boiro» que mereció el Premio Ciudad de las Ciencias y la Innovación. No sabe el que suscribe qué le habrá parecido a la otra parte del bipartito semejante declaración cuando la actuación se realizó con cargo a ese Plan E que se sacó de la chistera el Gobierno socialista de Madrid y por el que le han llovido críticas, incluso nacionalistas; y, por encima, fue el mismo ejecutivo del PSOE el que le concedió la distinción. Además, no estaría mal que el líder frentista fuera más prudente, porque la obra aún no ha empezado a funcionar.
Ojalá que se cumplan las profecías de Guillerme Vázquez, que llegó a Boiro el mismo día en que este periódico publicaba que el municipio en el que aterrizaba esa mañana era en el que más había bajado el paro en Galicia en el mes de febrero, y no fue gracias a los políticos, como empezaba este artículo, sino a los empresarios, concretamente a Jealsa que, en los últimos años, ha conseguido crecer en producción, facturación y puestos de trabajo superando todo tipo de obstáculos, algunos evitables con un poco de sentido común; y otros inevitables, por falta de sentido común, como algunas denuncias o lentas tramitaciones que poco se sabe el fin que buscan.
Siguiendo con las habichuelas, la semana empezaba con los coletazos de la concentración contra los recortes de la cuota de lirio, un intento de demostración de solidaridad con la flota arrastrera de Ribeira de la que trascendieron sintomáticas imágenes. En el tiempo que duró la protesta, locales hosteleros de la ciudad cerraron sus puertas sin que nadie se lo pidiese, lo que evidencia compromiso. Entre los, dicen, tres mil manifestantes, llamaba la atención la gran cantidad de niños y mujeres que participaban: es lógico, los sábados son días sagrados para los hombres del mar, están cumpliendo el descanso semanal obligatorio después de unas agotadoras jornadas de inactividad, o de media actividad, porque los recortes que impone la Unión Europea seguro que obligan a los marineros a realizar todo un ejercicio de selección de especies para no pescar ni una pieza más de la cantidad agotada.
Ya sin ironías, la sociedad ribeirense sí se mojó con la flota, consciente de que está en juego un importante pilar de la economía barbanzana. Pero, una vez más, los trabajadores del mar pusieron en evidencia que quizás están recogiendo lo que han sembrado, porque la desunión quedó de manifiesto al comprobar sonadas ausencias de profesionales de otras flotas, como si les importasen un bledo las restricciones.
Puede que en ese pasotismo tengan algo que ver las presuntas ventas que se hacen por fuera de la lonja, que no solo se convierten en fuente de dinero negro, sino que repercuten en los balances pesqueros en los que puede basarse la Unión Europea para realizar los repartos de cupo, es decir, si a España le asignan 10.000 toneladas de lirio, pesca 20.000 y solamente declara 5.000, el resultado es que a nuestra flota le han sobrado, aparentemente, 5.000 toneladas que, por descontado, en el próximo ejercicio se irán para otra parte del continente. Conclusión: la avaricia rompe el saco.
Semana del trabajo
Como esta ha sido la semana del trabajo o del paro, según se mire, también pasó por Boiro el Vázquez nacionalista y subrayó que el municipio era un ejemplo de compromiso en la generación de empleo. La nota de prensa señalaba que el Centro de Formación-Escola de Hostalería-Viveiro de Empresas fue una «iniciativa posta en marcha polo BNG dende o goberno de Boiro» que mereció el Premio Ciudad de las Ciencias y la Innovación. No sabe el que suscribe qué le habrá parecido a la otra parte del bipartito semejante declaración cuando la actuación se realizó con cargo a ese Plan E que se sacó de la chistera el Gobierno socialista de Madrid y por el que le han llovido críticas, incluso nacionalistas; y, por encima, fue el mismo ejecutivo del PSOE el que le concedió la distinción. Además, no estaría mal que el líder frentista fuera más prudente, porque la obra aún no ha empezado a funcionar.
Ojalá que se cumplan las profecías de Guillerme Vázquez, que llegó a Boiro el mismo día en que este periódico publicaba que el municipio en el que aterrizaba esa mañana era en el que más había bajado el paro en Galicia en el mes de febrero, y no fue gracias a los políticos, como empezaba este artículo, sino a los empresarios, concretamente a Jealsa que, en los últimos años, ha conseguido crecer en producción, facturación y puestos de trabajo superando todo tipo de obstáculos, algunos evitables con un poco de sentido común; y otros inevitables, por falta de sentido común, como algunas denuncias o lentas tramitaciones que poco se sabe el fin que buscan.
Menos mal que las empresas que generan empleo en el Barbanza están en manos de gente sensata y no como los ayuntamientos. Querer llevarse los honores de algo que aun no se puso en marcha y que ojalá funcionase bien, solo se le ocurriría proclamarlo al que asó la mantequilla y a los políticos.
Quédense con este dato, si hacemos caso a las proclamas del BNG de Boiro y Porto do Son, los logros en su pueblo fueron gracias a su gestión, con la salvedad de que allí el alcalde milita en su partido y aquí, es del PSOE. Aunque según comentan los que acudieron al acto de presentación del señor Pastor, parece que son suyos, ya que ni mencionó para bien o para mal al BNG, aunque lo que más extrañó a algunos fue que Quintáns no les lanzara una pequeña puya, siendo ellos los que más "caña" le dieron y ahora según comentan entre sus círculos de amistades, fueron los que lo obligaron a "jubilarse".
También hay quien dice que esperemos a mayo, para que algunos sepan lo que vale un peine.
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