27 septiembre 2013

El aumento del ganado en Porto do Son ha ayudado a que sea el concello con menos superficie calcinada desde el 2006

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El fuego es ese invitado no deseado que cada verano, sin excepción, aparece en Barbanza para desertificar todo lo que encuentra a su paso. Las estadísticas oficiales dicen que Porto do Son, desde el 2006, es el municipio de la comarca que menos superficie perdió por esta causa. En el distrito forestal cuarto, que vela por el cuidado de estos montes durante todo el año, tienen muy claro cuáles son las razones de esta situación. Señalan como responsable de este escenario positivo a la proliferación de explotaciones de ganado, algo que costó mucho poner en marcha, y que fue posible gracias a la voluntad de entendimiento mostrada por ganaderos y comuneros, que lograron poner en común sus intereses.

Los responsables de este departamento de la Consellería de Medio Rural dicen, incluso, que el fuego que abrasó un buen número de hectáreas en la parroquia sonense de Baroña hace dos semanas hubiese sido peor de no existir dos explotaciones ganaderas localizadas en esta parte de la sierra: «De no encontrarse con todo ese ganado, el incendio habría sido mucho más grande, a lo mejor como el del monte Pindo». Los orígenes de esta situación se sitúan en el 2005, cuando se puso en marcha en Barbanza un plan piloto para aumentar la presencia de ganado. Los comuneros acordaron ceder terreno para los animales y a cambio recibían inversiones en forma de cierres y repoblaciones. En la actualidad, este convenio sigue en marcha y ya existen 2.500 hectáreas dedicadas exclusivamente al ganado.

También hay que mencionar en este contexto, aunque esté implantada desde hace poco tiempo, una granja en Nebra: esta es de cerdos celtas y ocupa cinco hectáreas. Se trata de unos animales que también realizan una función preventiva, que consiste principalmente en alimentarse de helechos, algo que puede ser aplicable en el futuro para limpiar las partes de los montes en los que abunda esta especie.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

me parece bien que se hable del ganado en porto do son porque es necesario pero decir que hay muy poco en relacion con e que deberia haber, y sobre los cerdos de nebra, decir que eso no vale para nada pues no se comen los helechos pues de comerlos moririan pues son toxico por si alguien no lo sabe y ademas estos cerdos estan alimentados a base de piensos pues todos los dias una persona va a darles de comer, eso no vale para nada pues yo fui personalmente a ver el sitio donde estan y los cerdos no limpian , lo que si funciona coo se puede ver son los animales de la ganaderia terra celta que tienen bastante limpio el lugar donde estan pena que no sean muchos animales , pero lo mejor sin duda son los caballos pues tal y como tiene la comunidad de baroña donde tienen caballos no ardio como se pudo ver en el incendio de hace unas semanas que arraso parte del monte de queiruga y se paro al llegar a baroña pues esta todo limpio sin hierba, tojos... incluso sin helechos pues los pisan .
que nadie nos intente engañar con eso de los cerdos pues solo vale para tener ayudas y subvenciones de la xunta

Anónimo dijo...

¿Me pueden decir donde está el negocio de llenar el monte de vallas y caballos mostrencos?, ¿es que los piensan llevar a correr al hipódromo de Ascot junto a Camilla Parker y el príncipe Charles? , Tanta alambrada beneficiará a los comuneros, pero ¿en qué beneficia a los vecinos de Porto do Son no poder andar por el monte porque está lleno de alambradas?, solo en cierres, una sola comunidad, la de Baroña, ha declarado en prensa que les han ardido más de 4 kilómetros, ¿quien paga eso?. Que publiquen esta noticia después de ver como acaban de arder cientos de hectáreas en Porto do Son, o bien es una broma, o bien es un intento de justificar las cuantiosas subvenciones que se reciben para mantener un negocio que se antoja ruinoso.

Anónimo dijo...

Antes de nada me tomo la molestia de hacerle una pregunta. ¿Es usted urbanista, verdad? De otro modo no se entiende su comentario. Seguramente mucho antes de que el hombre ocupase la Sierra, ya vivían en ella estos caballos denominados Barbanzones. Sus dueños los crían para usarlos como monturas o venderlos para carne. Algo que se sigue haciendo donde aun se conservan las ferias caballares, como era la de San Marcos en Noia, la Ascensión en Santiago, etc.

Sepa que si no fuese por ello y (las vacas), el monte hace años que seria una selva y seguramente hubiese mucho más incendios.

Los montes en contra de lo que piensa usted y muchos, salvo los que pertenezcan la Ayuntamiento o a la Xunta, son propiedades privadas, bien sean comunales o privados. Las alambradas están para controlar al ganado y al mismo tiempo beneficiar a sus dueños y a los propietarios del terreno. Por cierto, los vecinos de Baroña, lo son al mismo tiempo de Porto do Son.

En cuanto a su queja de que no puede andar por el monte, como dijo, al tratarse de propiedades privadas, no puede adentrarse en ellas, para eso están las sendas, caminos o pistas, que son de paso público.

Quedándome con su afirmación, supongo que también es de los que piensa que puede entrar a saco para coger las castañas o setas que producen, ¿No?.

En cuanto a como los vecinos de Baroña pagaron el cierre que el fuego les llevó por delante, supongo que algún directivo podrá aclararle mejor esa pregunta.

Yo solo le diré que esos cientos de hectáreas que ardieron no fue porque tuviesen el monte descuidado, si no, porque hay personajes siniestros que disfrutan haciendo mal.

En cuanto a las subvenciones, hay tantas empresas, chiringuitos, partidos políticos, sindicatos, etc, que viven de ellas, que el monte también tiene derecho a recibirlas, no se olvide que son una fuente inagotable de CO2, y eso no hay dinero que lo pague

Anónimo dijo...

Isto dos cabalos “apaga lumes” soa un pouco rocambolesco. Haberá que lembrar que en poucos sitios de Galicia hai tanto gando e tanta alambrada coma no Barbanza e en poucos sitios ardeu tanto o monte. Un entende que pretendan xustificar, como que sexa, o chiringuito e a desfeita que teñen montada os comuneiros nos montes , o que pasa é que afirmacións como esta de que non ardeu máis grazas aos cabalos, soa a Pepe Gotera e Otilio.

O pasado 8 de setembro, falando precisamente do que están a facer os comuneiros nos montes do Barbanza publicou La Voz de Galicia un artigo titulado, “¿Qué hacemos con nuestros montes?” firmado por Alicia Fernández que di así:

“… Lo que está claro a estas alturas es que la situación actual dista mucho de ser la deseable en términos medioambientales y de ser rentable este modelo de economía social. Con raras excepciones la gestión de los montes es un fracaso, lo que repercute negativamente en la sociedad gallega en general. Puede que esto no guste a los comuneros (por tanto no lo dirán los políticos) pero es la triste y cruda realidad...

A mayores, fruto también del derecho consuetudinario (que emana de usos o costumbres), nos encontramos con los montes barbanzanos vallados para la ¿cría? de ganado. Unos cuantos caballos y vacas que supongo obedecen más a la obtención de subvenciones que a una actividad económica reglada y rentable. Solo el vallado de toda la sierra de Barbanza, con kilómetros y kilómetros de alambre de espino y postes de madera tratada parece una barbaridad económica teniendo en cuenta el resultado. Que yo sepa los datos económicos y de generación de empleo de esta actividad no se hacen públicos pero sería interesante conocerlos para justificar el dinero gastado y la sustracción a los ciudadanos en general del disfrute libre del monte. Eso sí, los dos sectores mencionados suelen aplaudirse a sí mismos como benefactores del monte público. Como también lo dan a entender aquellos que han propiciado el uso y abuso de las instalaciones eólicas o sus propietarios. Un desarrollo muy poco claro, con fortunas hechas en la sombra; que podrá ser necesario, pero no de forma indiscriminada.

Muy poco o nada se ha hecho por el aprovechamiento de los montes barbanzanos desde la perspectiva bioética o del turismo responsable. Una comarca con un balcón inigualable aunque descuidado, sin alternativas y escondido a las visitas.”

Fonforrón dijo...

¿Qué hacemos con nuestros montes?

Anónimo dijo...

Canta razon tes, pero e predicar no deserto, o de ter gando no monte so e rentable pra uns poucos, e o das comunidades e a morte segura p`ros montes galegos, pero os politicos so lles importan os votos.

Anónimo dijo...

que yo sepa los comuneros que administran las comunidades de montes lo hacen de una forma altruista aveces poniendo dinero o bienes materiales y su tiempo libre para realizar dicha labor. no entiendo como alguien critica su gestion ya que cualquier comunero puede presentarse a dirigir la comunidad solo necesita que los demas comuneros le voten en asamblea y ya esta y despues ya savera cuanto beneficio econmico le toca.
animo que criticar es mas facil que hacer.

Anónimo dijo...

Non é criticala súa xestión. Non hai máis que ver, na maioría de elas, non todas hai que dicilo, que quen está ao sue fronte é xente vinculada a partidos políticos. Algo que por desgraza tamén acontece na presidencia da mancomunidade, que a antiga presidenta "sucedeuna" o seu responsable local. Por desgraza isto non acontece só nas comunidades d montes, pasa noutro tipo de asociacións, por iso os socios cando ven o percal, non se atreven nin a pensar en postularse para un cargo.
Aquí o único que traballou de forma altruísta, non sei se poñendo diñeiro, pero si dedicando o seu tempo de lecer ao monte, foi Manuel de Baroña (Q.E.P.D). Para a súa familia ten que ser un orgullo que anos despois do seu pasamento, aínda o lembren.

Anónimo dijo...

¿Cal é o mérito para poder ser presidente da mancomunidade de montes Serra do Barbanza? ¿Intelixencia?. Vai ser que non, ¿Político?. Igual non imos mal encamiñados. Ben isto a conto, porque hoxe almorzamos lendo este titular na edición de papel de La Voz de Galicia.
Santiago Suárez, presidente da Mancomunidade de montes Serra do Barbanza: Se a xente que vive no monte non quere lume, non o haberá. Eu que vivo que no monte e teño varias propiedades non quero o lume, pero hai xente que igual non viven do monte e por iso dedícanse a queimalo, xa que non teñen nada que perder.
Persoalmente penso que esa frase é un insulto a tódolos que vivimos no monte, que non parece ser o caso de este señor, polo que teño escoitado.