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Los favoritos ya presentaron sus credenciales para pelear por el título mundial de Platú 25 que se disputa esta semana en aguas de la ría de Muros-Noia. La embarcación local, Red Bull Racing Team, que capitanea José Manuel Pérez, acabó la primera jornada, disputada ayer, en tercer lugar, por detrás del portugués Credite EGS y el vigués E para comer Lugo, de Gonzalo Araújo.
Pero la jornada no fue fácil. Antes del inicio de la prueba, en la explanada del Náutico de Portosín, los regatistas daban los últimos retoques a los preparativos. El tiempo también quiso ser protagonista. La neblina se convirtió en un meteoro clave para el desarrollo de la única manga validada.
El inicio de la competición tuvo que retrasarse debido a la escasa intensidad del viento. Los barcos estaban citados para las 12.00 horas pero hubo que posponer la salida. Y es que la calma en el mar era total.
El árbitro de la competición arrió la bandera de inteligencia (aplazamiento) y ordenaba la salida al mar. Casi una hora después empezaba la prueba.
La primera salida no fue válida pero sí la segunda. Los participantes tomaron las dos opciones posibles, navegar por ambas márgenes del campo de regatas, un circuito montado entre boyas tipo barlovento-sotavento, donde la marca más próxima distaba una milla del barco del comité. El viento reinante en ese momento era del 290 noroeste con una intensidad media de ocho nudos.
Los que eligieron el bordo derecho acertaron de pleno pues consiguieron los mejores puestos de la jornada como el ganador y las embarcaciones de Gonzalo Araújo y el local Red Bull, los tres cruzaron la línea de meta en un pañuelo y con escasas diferencias entre ellos.
Satisfacción
El patrón del E para comer Lugo estaba más que satisfecho y su principal objetivo era «mantenernos en el grupo de cabeza», según apuntaba Araújo.
Los organizadores esperan que las condiciones del viento cambien para hoy y los participantes puedan completar las tres pruebas programadas. En el día de ayer solo se pudo disputar una que resultó muy emocionante y competitiva.
En esta edición del campeonato del mundo están participando treinta naves. El Náutico de Portosín, además de contar con la embarcación de José Manuel Pérez y Alfredo Mella, también tiene otra cuya tripulación son alumnos de la escuela de vela de la entidad.
Pero la jornada no fue fácil. Antes del inicio de la prueba, en la explanada del Náutico de Portosín, los regatistas daban los últimos retoques a los preparativos. El tiempo también quiso ser protagonista. La neblina se convirtió en un meteoro clave para el desarrollo de la única manga validada.
El inicio de la competición tuvo que retrasarse debido a la escasa intensidad del viento. Los barcos estaban citados para las 12.00 horas pero hubo que posponer la salida. Y es que la calma en el mar era total.
El árbitro de la competición arrió la bandera de inteligencia (aplazamiento) y ordenaba la salida al mar. Casi una hora después empezaba la prueba.
La primera salida no fue válida pero sí la segunda. Los participantes tomaron las dos opciones posibles, navegar por ambas márgenes del campo de regatas, un circuito montado entre boyas tipo barlovento-sotavento, donde la marca más próxima distaba una milla del barco del comité. El viento reinante en ese momento era del 290 noroeste con una intensidad media de ocho nudos.
Los que eligieron el bordo derecho acertaron de pleno pues consiguieron los mejores puestos de la jornada como el ganador y las embarcaciones de Gonzalo Araújo y el local Red Bull, los tres cruzaron la línea de meta en un pañuelo y con escasas diferencias entre ellos.
Satisfacción
El patrón del E para comer Lugo estaba más que satisfecho y su principal objetivo era «mantenernos en el grupo de cabeza», según apuntaba Araújo.
Los organizadores esperan que las condiciones del viento cambien para hoy y los participantes puedan completar las tres pruebas programadas. En el día de ayer solo se pudo disputar una que resultó muy emocionante y competitiva.
En esta edición del campeonato del mundo están participando treinta naves. El Náutico de Portosín, además de contar con la embarcación de José Manuel Pérez y Alfredo Mella, también tiene otra cuya tripulación son alumnos de la escuela de vela de la entidad.
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