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La pronunciada pendiente del monte sonense de Baroña favorecerá los arrastres hasta la costa cuando lleguen los primeros chubascos intensos
Son varias las zonas de la comarca castigadas este verano por los incendios que ahora corren un serio riesgo de verse más deterioradas por las riadas. Para que esto pase es necesario que la lluvia haga acto de presencia de una forma constante e intensa. Esta situación es cuestión de tiempo que llegue, tal y como explican en el distrito forestal de Barbanza, en donde revelan que los puntos más críticos son los ríos Tambre y Ribasieira y el monte de Baroña.
El incendio que devastó el municipio de Negreira, y que se logró frenar cuando se adentraba en Outes, es el mayor peligro para el caudal del Tambre. En el distrito forestal lo reconocen y piden que se tomen medidas para evitar que la ceniza y otros sedimentos acaben llegando a la ría de Muros-Noia. También es consciente de esta situación el regidor noiés, García Guerrero, que solicitó hace semanas oficialmente a la Xunta una protección especial para este río y ayer seguía sin tener respuesta, cuando solo faltan doce días para el inicio de la campaña marisquera.
Ribasieira también es un punto crítico. Esta parte del municipio sonense ardió casi al completo y por ahora no se hizo nada para evitar que el río que lleva el mismo nombre acabe asumiendo ceniza y otros restos. Lo mismo ocurre en Baroña, en donde no hay río pero la cuenca de su monte es muy pronunciada y ayudará a que los restos de los incendios lleguen al mar.
Son varias las zonas de la comarca castigadas este verano por los incendios que ahora corren un serio riesgo de verse más deterioradas por las riadas. Para que esto pase es necesario que la lluvia haga acto de presencia de una forma constante e intensa. Esta situación es cuestión de tiempo que llegue, tal y como explican en el distrito forestal de Barbanza, en donde revelan que los puntos más críticos son los ríos Tambre y Ribasieira y el monte de Baroña.
El incendio que devastó el municipio de Negreira, y que se logró frenar cuando se adentraba en Outes, es el mayor peligro para el caudal del Tambre. En el distrito forestal lo reconocen y piden que se tomen medidas para evitar que la ceniza y otros sedimentos acaben llegando a la ría de Muros-Noia. También es consciente de esta situación el regidor noiés, García Guerrero, que solicitó hace semanas oficialmente a la Xunta una protección especial para este río y ayer seguía sin tener respuesta, cuando solo faltan doce días para el inicio de la campaña marisquera.
Ribasieira también es un punto crítico. Esta parte del municipio sonense ardió casi al completo y por ahora no se hizo nada para evitar que el río que lleva el mismo nombre acabe asumiendo ceniza y otros restos. Lo mismo ocurre en Baroña, en donde no hay río pero la cuenca de su monte es muy pronunciada y ayudará a que los restos de los incendios lleguen al mar.
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