La pérdida constante de puestos de trabajo va camino de récord en Barbanza. Lo peor de todo es que detrás de las cifras y las estadísticas hay verdaderos dramas humanos a los que nadie pone freno. Y mientras algunos siguen empeñados en ver brotes verdes, las empresas y las familias solo ven el color negro de los nubarrones de una crisis económica que no parece tener fondo.
La Voz de Galicia 3/12/2009
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