:lvg: | 13/12/2009
La iglesia parroquial de Nebra se quedó ayer pequeña para homenajear a uno de sus vecinos más ilustres, al padre José López Calo. Decenas de vecinos del lugar y del municipio, así como representantes de diversas instituciones y del Concello, no quisieron perderse la ocasión para mostrarle su gratitud y estar al lado de uno de los musicólogos más importantes de España.
Poco antes del mediodía, en el atrio del pequeño pero coqueto templo se daban cita amigos, familiares y, en especial, vecinos de un padre Calo muy emocionado durante la celebración. El buen tiempo también se sumó a los actos y un sol radiante acompañó el sencillo homenaje que tuvo lugar en la iglesia.
El alcalde, Xoán Pastor Rodríguez, fue el primero en tomar la palabra para reconocer los méritos «deste fillo ilustre do municipio». También recordó que este es el segundo homenaje que se le tributa al jesuita en la parroquia. El primero, «cando a democracia botaba a andar», subrayó Rodríguez.
Fue el propio José López el encargado de oficiar la misa, acompañado por varios sacerdotes, entre los que se encontraba su hermano Manuel.
Viajes
López Calo desgranó parte de su vida aludiendo a su niñez en la parroquia y aseguró que había nacido «no val máis fermoso do mundo». También hizo un repaso a sus trabajos y a sus aficiones, así como a sus numerosos viajes por todo el mundo para aprender todo lo posible sobre la música clásica y medieval.
En su intervención, el jesuita comentó que fue el anterior alcalde, Manuel Tomé, el impulsor de este reconocimiento, cuyos preparativos siguieron con Xoán Pastor Rodríguez, al que agradeció la dedicación que puso para que todo saliese adelante.
Entre los invitados había representantes de diversas instituciones y colectivos. Desde la Universidade de Santiago hasta de la Real Academia Galega de Belas Artes. También estuvo Salvador Fernández Moreda, presidente de la Diputación, cuyas palabras dirigidas al padre Calo fueron de las más aplaudidas.
Moreda dijo que no estaba en el acto por «obrigación, senón por desexo propio e pola amizade e admiración que sinto por López Calo». Acabó su intervención apuntando que este jesuita sonense «é un home bo, xeneroso e humilde».
El coro Campus Stellae puso la piel de gallina a un público entregado con el protagonista de la jornada, ofreciendo un concierto que no defraudó a nadie.
Xoán Pastor Rodríguez quiso estar acompañado del ex mandatario Manuel Tomé para entregar al padre Calo una placa y un pergamino como recuerdo de una celebración cuya única finalidad era trasladar al homenajeado el cariño y admiración de los vecinos de la localidad hacia uno de sus grandes embajadores.
Poco antes del mediodía, en el atrio del pequeño pero coqueto templo se daban cita amigos, familiares y, en especial, vecinos de un padre Calo muy emocionado durante la celebración. El buen tiempo también se sumó a los actos y un sol radiante acompañó el sencillo homenaje que tuvo lugar en la iglesia.
El alcalde, Xoán Pastor Rodríguez, fue el primero en tomar la palabra para reconocer los méritos «deste fillo ilustre do municipio». También recordó que este es el segundo homenaje que se le tributa al jesuita en la parroquia. El primero, «cando a democracia botaba a andar», subrayó Rodríguez.
Fue el propio José López el encargado de oficiar la misa, acompañado por varios sacerdotes, entre los que se encontraba su hermano Manuel.
Viajes
López Calo desgranó parte de su vida aludiendo a su niñez en la parroquia y aseguró que había nacido «no val máis fermoso do mundo». También hizo un repaso a sus trabajos y a sus aficiones, así como a sus numerosos viajes por todo el mundo para aprender todo lo posible sobre la música clásica y medieval.
En su intervención, el jesuita comentó que fue el anterior alcalde, Manuel Tomé, el impulsor de este reconocimiento, cuyos preparativos siguieron con Xoán Pastor Rodríguez, al que agradeció la dedicación que puso para que todo saliese adelante.
Entre los invitados había representantes de diversas instituciones y colectivos. Desde la Universidade de Santiago hasta de la Real Academia Galega de Belas Artes. También estuvo Salvador Fernández Moreda, presidente de la Diputación, cuyas palabras dirigidas al padre Calo fueron de las más aplaudidas.
Moreda dijo que no estaba en el acto por «obrigación, senón por desexo propio e pola amizade e admiración que sinto por López Calo». Acabó su intervención apuntando que este jesuita sonense «é un home bo, xeneroso e humilde».
El coro Campus Stellae puso la piel de gallina a un público entregado con el protagonista de la jornada, ofreciendo un concierto que no defraudó a nadie.
Xoán Pastor Rodríguez quiso estar acompañado del ex mandatario Manuel Tomé para entregar al padre Calo una placa y un pergamino como recuerdo de una celebración cuya única finalidad era trasladar al homenajeado el cariño y admiración de los vecinos de la localidad hacia uno de sus grandes embajadores.
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