:ecg: | 6/12/2009
El jesuita y musicólogo José López Calo será homenajeado el próximo sábado en su tierra natal. Una de las obras de las que está más orgulloso es la reconstrucción de los instrumentos del Pórtico de la Gloria.
El padre jesuita y musicólogo José López Calo recibirá el próximo sábado un homenaje que le tributará el Ayuntamiento de Porto do Son en la iglesia parroquial de Nebra, de donde es natural y aún conserva familiares y amigos. El homenajeado recuerda que en esa localidad sonense vivió sus primeros años de existencia y aprendió "con cinco o seis años" la escala musical y solfeo. Posteriormente, pasó otra parte de su infancia en la cercana Vilacoba, en el municipio de Lousame, a donde fue destinado su padre como maestro.
_ ¿Qué se siente al ser homenajeado por su pueblo natal?
_ Un poco de sorpresa, alegría, desde luego, y es una satisfacción, aunque pienso que es un poco exagerado pero lo hacen con cariño y por ello está bien y adelante.
_ ¿Qué recuerdos guarda de su estancia en Nebra, donde nació?
_ En el pazo de Nebra tuve mis primeras experiencias de la vida y aún guardo recuerdos de mi niñez. Voy mucho por allí porque afortunadamente somos una familia numerosa y muy unida. Además, la vida de aldea es mucho más humana que la de la ciudad, nos conocemos todos, nos queremos y contamos nuestras cosas. Me fui con siete años a Vilacoba, a donde destinaron a mi padre como maestro pero seguí pasando temporadas en casa de mi abuela.
_ ¿Recuerda cómo se inició en la música?
_ Aprendí la escala musical y el solfeo en el pazo de Nebra, con cinco ó seis años de edad. En 1942 ingresé como jesuita y la formación que tuve que llevar a cabo fue muy completa con estudios de Humanidades y Filosofía. Después con casi 20 años de formación me doctoré en Musicología en Roma, en donde estuve 13 años como profesor para luego ingresar en la Universidade de Santiago, donde llevo 35 años.
_ De todas sus obras, ¿con cuál se siente más identificado?
_ Es difícil elegir, pero hay dos que me gustan mucho: Santiago y la música medieval gallega y la reconstrucción de los instrumentos musicales del Pórtico de la Gloria. Ambos trabajos fueron realizados gracias a la Fundación Barrié de la Maza. En este último trabajaron especialistas de todo el mundo y me ayudó mucho el profesor Carlos Villanueva.
_ Ahora que estamos en época navideña ¿qué villancico recomendaría escuchar?
_ Los han deformado tanto que han perdido su identidad. A mí me gustan Noche de paz y Adeste Fidelis.
La frase
"Los fondos musicales de la catedral de Valladolid son los más importantes de los que llevo catalogado".
El padre jesuita y musicólogo José López Calo recibirá el próximo sábado un homenaje que le tributará el Ayuntamiento de Porto do Son en la iglesia parroquial de Nebra, de donde es natural y aún conserva familiares y amigos. El homenajeado recuerda que en esa localidad sonense vivió sus primeros años de existencia y aprendió "con cinco o seis años" la escala musical y solfeo. Posteriormente, pasó otra parte de su infancia en la cercana Vilacoba, en el municipio de Lousame, a donde fue destinado su padre como maestro.
_ ¿Qué se siente al ser homenajeado por su pueblo natal?
_ Un poco de sorpresa, alegría, desde luego, y es una satisfacción, aunque pienso que es un poco exagerado pero lo hacen con cariño y por ello está bien y adelante.
_ ¿Qué recuerdos guarda de su estancia en Nebra, donde nació?
_ En el pazo de Nebra tuve mis primeras experiencias de la vida y aún guardo recuerdos de mi niñez. Voy mucho por allí porque afortunadamente somos una familia numerosa y muy unida. Además, la vida de aldea es mucho más humana que la de la ciudad, nos conocemos todos, nos queremos y contamos nuestras cosas. Me fui con siete años a Vilacoba, a donde destinaron a mi padre como maestro pero seguí pasando temporadas en casa de mi abuela.
_ ¿Recuerda cómo se inició en la música?
_ Aprendí la escala musical y el solfeo en el pazo de Nebra, con cinco ó seis años de edad. En 1942 ingresé como jesuita y la formación que tuve que llevar a cabo fue muy completa con estudios de Humanidades y Filosofía. Después con casi 20 años de formación me doctoré en Musicología en Roma, en donde estuve 13 años como profesor para luego ingresar en la Universidade de Santiago, donde llevo 35 años.
_ De todas sus obras, ¿con cuál se siente más identificado?
_ Es difícil elegir, pero hay dos que me gustan mucho: Santiago y la música medieval gallega y la reconstrucción de los instrumentos musicales del Pórtico de la Gloria. Ambos trabajos fueron realizados gracias a la Fundación Barrié de la Maza. En este último trabajaron especialistas de todo el mundo y me ayudó mucho el profesor Carlos Villanueva.
_ Ahora que estamos en época navideña ¿qué villancico recomendaría escuchar?
_ Los han deformado tanto que han perdido su identidad. A mí me gustan Noche de paz y Adeste Fidelis.
La frase
"Los fondos musicales de la catedral de Valladolid son los más importantes de los que llevo catalogado".
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