10 agosto 2009

Urbanismo salvaje en Cee, Fisterra y O Son

Ecologistas en Acción critica los vertidos de la acuicultura en Carnota y el enterramiento de restos minerales peligrosos en Carballo. Tirón de orejas a Ribeira por carecer de depuración y, a Cee, por canalizar tres ríos

La agrupación Ecologistas en Acción acaba de hacer público el análisis que realiza por undécimo año sobre la situación de la costa española y con el que concede banderas negras y declara puntos negros en aquellas localidades más amenazadas o castigadas por la contaminación y la presión urbanística.

Las banderas negras corresponden a impactos irreversibles o proyectos aprobados cuyo impacto será severo; los puntos negros corresponden a impactos reversibles (de menor gravedad), o proyectos sin aprobar.

Frente a las 124 banderas azules con las que fue galardonada Galicia este año, Ecologistas en Acción le otorga 41 de las 311 banderas negras que repartió por la costa estatal y 120 de los 392 puntos negros. Dieciocho de esas banderas recayeron en Arousa, Noia-Muros y Costa da Morte.

En Barbanza, una de ellas es para el Concello de Ribeira "por la no depuración de las aguas urbanas", acusando al gobierno de "marear con varios proyectos" mientras sigue vertiendo "sin depuración toda la población y un polígono industrial". Critica además la "amenaza de una macrodepuradora en el peor sitio posible (Penisqueira, en Couso)" y justifica también la bandera negra "por no facilitar información de proyectos que están (en teoría) en información pública".

En A Pobra la crítica es al macropolígono comarcal "en un municipio que sigue sin depuración" (desde luego no es el caso de A Pobra). La bandera negra en Boiro es para la recuperación del borde litoral de Escarabote, "donde se demolerían viviendas y galpones y se haría (se hizo) una senda peatonal de 545 metros". En Boiro tampoco se salva del látigo ecologista la regeneración del arenal de Barraña.

En Rianxo se otorga bandera negra "a la recuperación y ampliación de las playas con arena de cantera o de extracción marina". En O Salnés recibe bandera negra la playa de Silgar y se cuestiona la "insistencia del Concello en promover su regeneración", añadiendo que "precisamente el puerto deportivo actual es el causante de que Silgar no renueve su arena". Bandera negra reciben también en Vilagarcía de Arousa los vertidos en los ríos Ulla y Umia, la falta de depuración y los depósitos de Ferrazo.

Infraestructuras turísticas
Crítica generalizada a los puertos deportivos
El informe, de 183 páginas, destaca la “alarmante aceleración del proceso de mediterranización que sufre la costa norte peninsular, con alrededor de 19.000 nuevos amarres en Galicia” y destaca la “extrema situación de rías como la de Ferrol, que sufre vertidos continuados de industrias como la papelera, con episodios de mortandad de peces frecuentes por anoxia”.
Ecologistas en Acción decidió otorgar con carácter general banderas negras a todos los puertos deportivos, a los que considera “instalaciones destinadas a importar un modelo que crea pobreza en la economía local a medio y largo plazo” y “planificadas en lugares vitales para el transporte de sedimentos, por lo que afectan de forma irreversible a las playas y bancos marisqueros”.
En consecuencia, concede el mismo distintivo al Plan Director de Instalaciones Náutico Deportivas de Galicia, que califica de “absolutamente desvertebrador y destrozador del territorio”, por cuanto “a estos proyectos no va asociada la mejora de las depuradoras”.
Asimismo, el colectivo concede banderas negras a todas las plantas acuícolas hechas, en ejecución, en licitación o pendientes de construcción.

LA AMENAZA DEL LADRILLO

“Urbanismo salvaje” en Cee, Fisterra y O Son

En Costa da Morte, la agrupación Ecologistas en Accción coloca la primera bandera negra en Carnota por los vertidos de la acuicultura industrial. En Carballo, denuncia “el enterramiento de restos minerales peligrosos de Ferroatlántica, sin ningún tratamiento, de las Canteiras da Brea”.
En Malpica cuestiona la regeneración de la playa de Área Maior-Canido, “un arenal que se alimentaría artificialmente de la playa de Malpica”. En Ponteceso declara punto negro el puerto pesquero de Corme, “que afectaría a varias playas y supondría dragar zonas de fondo rocoso”. En Camariñas otorga banderas negras a la regeneración de la playa de Camelle y al proyecto de la piscifactoría de Seiruga y declara punto negro la recuperación del tránsito peatonal en Ponte do Porto.
En Muxía, la enseña oscura es para el parque eólico y el puerto deportivo y, en Cee, para la canalización de varios ríos, señalando que “el problema real de Cee fue el urbanismo salvaje que ocupó todos los sitios posibles, incluidos los lugares por donde deben fluir las corrientes, no que los cauces estén o no canalizados”. También critica la regeneración proyectada en la playa de Corcubión con arena procedente de cantera y, en Fisterra, denuncia la “fiebre urbanística”. En Muros arremete contra la rehabilitación del borde litoral y, en O Son, contra el “urbanismo ilegal”: “cien viviendas ilegales ocupan zonas protegidas del litoral y la Red Natura y se perdieron viviendas tradicionales”, señala.
Analizando los Ayuntamientos que han recibido tal distinción, podemos asegurar que da igual que gobierne el PSOE, el PP, el BNG, independientes o perico de los palotes, todos suspenden. Parece mentira, ¿es que no hay nadie en esos partidos que levante la voz contra su alcalde y concejales?
Porque señores y señoras, esto no es solo culpa de los dirigentes si no, también de sus bases y del pueblo, que preferimos mirar para otro lado como si la cosa no fuese con nosotros.

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