:lvg: | 23/08/2009
Después de dieciséis años de fiesta gastronómica en torno al pulpo, quiso el azar que el periodista Santiago González, ejerciendo de pregonero, diera con la denominación idónea para el cefalópodo, al tratarlo de «príncipe de las mareas»; y como todo heredero real tiene su principado, por derecho corresponde a Porto do Son la responsabilidad de sustentar a tan alta autoridad provista de tres corazones y ocho cerebros conectados a uno central, detalles todos que desmenuzó el informador para dejar boquiabierto al público con las excelencias culinarias, históricas y literarias de la especie.
Y como principado que, desde ayer, es el municipio sonense, en torno a cinco mil súbditos rindieron honores a tan alta majestad dispuestos baja una carpa que se quedó escasa, al menos en la presidencia, donde también sufrieron los avatares de la acumulación de comensales y tuvieron que esperar por las raciones más de la cuenta.
Un especialista, como lo es Veloso, pulpeiro de Ponte Ulla, se aprovisionó de tres toneladas de cefalópodo que preparó «á feira». El «druida», a primera hora, daba por hecho que no se consumirían los tres mil kilos de «polbo», pero por la tarde ya dejaba caer un «vai indo», como si presintiera que la jornada acabaría en otro éxito gastronómico.
La patronal de Porto do Son es la artífice, desde hace dieciséis años, de que el «polbo» reciba su cumplido homenaje allí donde es producto clave, tanto a nivel gastronómico como económico, no en vano el municipio cuenta con una de las principales flotas artesanales de Galicia dedicada a esta especie, aspecto que reconoció el alcalde local, Manuel Tomé, en su intervención, en la que incluso reclamó que la especie que captura la flota local rivalice en igualdad de condiciones con la más afamada de Galicia, la que se cocina en O Carballiño.
Autoridades
El regidor reivindicó un producto tan sonense ante un ramillete de autoridades que desbordó las previsiones de la organización, ya que respondieron a la llamada de la asociación de empresarios desde el ex ministro José Manuel Romay, hasta los conselleiros de Medio Ambiente e Territorio, Agustín Hernández, y Pesca, Rosa Quintana; el portavoz del PP en el Parlamento de Galicia, Manuel Ruiz; el presidente de Portos de Galicia, José Manuel Álvarez; el alcalde de Lousame, Santiago Freire; así como otros representantes de la Xunta, concejales del municipio y dirigentes empresariales de la zona, como Gladys Bermúdez, de la FEB; Carlos Rodríguez, de Boiro; Manuel Tomé, de A Pobra; y Felipe Ordóñez, de Rianxo. También estuvo, de incógnito, un asiduo de la fiesta: Dositeo Rodríguez.
Y como principado que, desde ayer, es el municipio sonense, en torno a cinco mil súbditos rindieron honores a tan alta majestad dispuestos baja una carpa que se quedó escasa, al menos en la presidencia, donde también sufrieron los avatares de la acumulación de comensales y tuvieron que esperar por las raciones más de la cuenta.
Un especialista, como lo es Veloso, pulpeiro de Ponte Ulla, se aprovisionó de tres toneladas de cefalópodo que preparó «á feira». El «druida», a primera hora, daba por hecho que no se consumirían los tres mil kilos de «polbo», pero por la tarde ya dejaba caer un «vai indo», como si presintiera que la jornada acabaría en otro éxito gastronómico.
La patronal de Porto do Son es la artífice, desde hace dieciséis años, de que el «polbo» reciba su cumplido homenaje allí donde es producto clave, tanto a nivel gastronómico como económico, no en vano el municipio cuenta con una de las principales flotas artesanales de Galicia dedicada a esta especie, aspecto que reconoció el alcalde local, Manuel Tomé, en su intervención, en la que incluso reclamó que la especie que captura la flota local rivalice en igualdad de condiciones con la más afamada de Galicia, la que se cocina en O Carballiño.
Autoridades
El regidor reivindicó un producto tan sonense ante un ramillete de autoridades que desbordó las previsiones de la organización, ya que respondieron a la llamada de la asociación de empresarios desde el ex ministro José Manuel Romay, hasta los conselleiros de Medio Ambiente e Territorio, Agustín Hernández, y Pesca, Rosa Quintana; el portavoz del PP en el Parlamento de Galicia, Manuel Ruiz; el presidente de Portos de Galicia, José Manuel Álvarez; el alcalde de Lousame, Santiago Freire; así como otros representantes de la Xunta, concejales del municipio y dirigentes empresariales de la zona, como Gladys Bermúdez, de la FEB; Carlos Rodríguez, de Boiro; Manuel Tomé, de A Pobra; y Felipe Ordóñez, de Rianxo. También estuvo, de incógnito, un asiduo de la fiesta: Dositeo Rodríguez.
Con tantas autoridades comiendo de "gorra" gracias a nuestros impuestos, que menos que darnos las gracias con inversiones para el pueblo. Estamos un poco abandonados de su mano y generalmente que solo se acuerdan de nosotros para comer.
Esto va por los de ahora, por los de antes y por los que vendrán.
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