:ecg: | 22/09/2009
La dirección gallega tampoco apoyaba esa moción. Los militantes piden un regidor socialista.
El PSdeG de Porto do Son celebró el pasado fin de semana una asamblea local para tantear a la militancia sobre un posible apoyo a una moción de censura para desbancar al PP y dar la alcaldía al BNG. Los más de treinta asistentes (aproximadamente un 70 por ciento de los afiliados) se mostraron contrarios a la propuesta de su secretario general, Ramón Quintáns, de pactar con los nacionalistas un gobierno que ocuparían en solitario estos últimos con Ánxela Franco como mandataria. La dirección del partido gallego tampoco comparte la idea de dar la alcaldía al BNG, con un edil menos que el PSOE
No obstante, los asistentes a la reunión están dispuestos a que su grupo respalde una moción de censura contra el alcalde, Manuel Tomé, por lo que consideran una "mala gestión" del municipio y elegir a un regidor socialista, cargo para el que proponen al concejal Pastor Rodríguez. Las razones de que sea el número tres la persona elegida no son otras que los nacionalistas nunca darían la alcaldía al número uno de la lista, Ramón Quintáns.
Aun así, va a ser difícil que el BNG sonense acceda a las pretensiones del PSOE, ya que, según pudo saber este diario, la formación nacionalista está muy descontenta con que los socialistas hayan iniciado conversaciones con ella para ofrecerle el gobierno municipal de O Son y ahora den marcha atrás.
El PSdeG de Porto do Son celebró el pasado fin de semana una asamblea local para tantear a la militancia sobre un posible apoyo a una moción de censura para desbancar al PP y dar la alcaldía al BNG. Los más de treinta asistentes (aproximadamente un 70 por ciento de los afiliados) se mostraron contrarios a la propuesta de su secretario general, Ramón Quintáns, de pactar con los nacionalistas un gobierno que ocuparían en solitario estos últimos con Ánxela Franco como mandataria. La dirección del partido gallego tampoco comparte la idea de dar la alcaldía al BNG, con un edil menos que el PSOE
No obstante, los asistentes a la reunión están dispuestos a que su grupo respalde una moción de censura contra el alcalde, Manuel Tomé, por lo que consideran una "mala gestión" del municipio y elegir a un regidor socialista, cargo para el que proponen al concejal Pastor Rodríguez. Las razones de que sea el número tres la persona elegida no son otras que los nacionalistas nunca darían la alcaldía al número uno de la lista, Ramón Quintáns.
Aun así, va a ser difícil que el BNG sonense acceda a las pretensiones del PSOE, ya que, según pudo saber este diario, la formación nacionalista está muy descontenta con que los socialistas hayan iniciado conversaciones con ella para ofrecerle el gobierno municipal de O Son y ahora den marcha atrás.
Parece que las aguas volvieron a su cauce.
Algunos militantes y simpatizantes cuando empezaron a escuchar que sus dirigentes locales podían estar estudiando dar su apoyo al Bloque para desbancar al PP, no estaban nada a favor.
Primero se preguntaban como era posible que habiendo roto el pacto suscrito en Santiago sus dirigentes, tanto aquí en O Son como en Muros, no habían sido expulsados como había pasado con sus compañeros en otros ayuntamientos.
También se preguntaban como era posible que otros partido pudiese vetar a su candidato y al mismo tiempo, querer marcarle las directrices para elegir ellos a su alcaldable. Recuerden que ya ni les valía el segundo de la lista. ¿A caso sería por qué en la anterior legislatura frustro sus opciones para conseguir imponer a su vicealcaldesa?.
La señora Franco y sus compañeros deberían ser un poco más personas, menos políticos y aceptar lo que dictaron las urnas. El primer partido con derecho a nombrar alcalde en esta ocasión y en otras, fue el PP, el segundo mal que les pese el PSOE y su partido, el tercero.
Tal vez se olviden que en otras ocasiones pasó lo mismo y bajo su cuenta y riesgo prefirieron poner a las segunda lista y los resultados ahí los tenemos, presuntas infracciones urbanísticas (denunciadas por ellos) por todos los lados y de momento, salvo que se empiecen a salir a partir de ahora, es curiosamente con un alcalde del PP cuando más se intenta preservar lo que queda tras varios años de desgobiernos ¿progresistas?.
Un dato.
Otra gente se pregunta y con cierta razón, ¿cómo sus compañeros en Muros no tuvieron ningún inconveniente en pactar con el PP y aquí no?
Los más valientes dicen que habrían pactado, siempre y cuando el PP aquí se bajase los pantalones como ahora intentaba hacer algunos dirigentes del PSOE y les regalasen la alcaldía. Algo que muchísima gente partidista o no, jamás entendería, salvo las ansias de poder de alguna y algunos.
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