Porto do Son, con 45 operarios, sigue siendo el municipio barbanzano con más personal activo.
En el municipio ribeirense dejan de vigilarse las calas y continuará el servicio en Coroso, A Ladeira y O Vilar.
Septiembre también existe como mes playero. De eso ya se han dado cuenta tanto en la Xunta como en todos concellos de la comarca, que van a poner los medios para que, al menos hasta el día 15, los principales arenales barbanzanos sigan contando con vigilancia. En la mayoría de los casos, el número de socorristas será idéntico al de los meses de julio y agosto y las zonas a vigilar también serán las mismas. Aunque hablar de privilegio sería excesivo, cabe destacar que esta situación -la de que en la primera mitad de septiembre uno se pueda bañar bajo la mirada de un socorrista- no se da en toda Galicia. De hecho, en la comarca de Ferrol, ayer algunos arenales de aguas bravas ya amanecían sin vigilante alguno.
Por municipios, Porto do Son, al igual que pasaba al principio del verano, es el que se lleva la palma en cuanto a número de vigilantes. Tendrá, hasta mediados de mes, 45 efectivos. Ellos se encargarán, como hicieron hasta ahora, de controlar As Furnas, Boca do Río, Seiras, Arealonga, Arnela, Praia da Vila, Caaveiro, Aguieira, Coira y Ornanda.
Solamente tres
Le sigue Ribeira, donde en septiembre serán 25 las personas que vigilen. En este caso, si en julio y agosto atendieron tanto arenales pequeños como grandes, a partir de ahora solamente se centrarán en tres: Coroso, O Vilar y A Ladeira. Ya con 15 personas, repartidas entre Cabío, A Barca y A Illa, está A Pobra; en Rianxo, ocho controlarán Tanxil y As Cunchas. Con cinco operarios se sitúan Boiro -con vigilancia en Carragueiros, A Retorta, Mañóns y Barraña-, Muros -que tiene gente desplazada en Esteiro y San Francisco- y Outes, donde todos los efectivos se localizan en Broña. A la cola en personal se sitúa Carnota, con cuatro personas para controlar Boca do Río y Mar de Lira, y el municipio noiés, donde tres socorristas se encargan de velar por la seguridad en Testal.
En números globales, son un total de 115 personas o, lo que es lo mismo, 230 ojos controlando el baño a lo largo y ancho de la comarca.
LA VOZ DE GALICIA 2/9/09
En el municipio ribeirense dejan de vigilarse las calas y continuará el servicio en Coroso, A Ladeira y O Vilar.
Septiembre también existe como mes playero. De eso ya se han dado cuenta tanto en la Xunta como en todos concellos de la comarca, que van a poner los medios para que, al menos hasta el día 15, los principales arenales barbanzanos sigan contando con vigilancia. En la mayoría de los casos, el número de socorristas será idéntico al de los meses de julio y agosto y las zonas a vigilar también serán las mismas. Aunque hablar de privilegio sería excesivo, cabe destacar que esta situación -la de que en la primera mitad de septiembre uno se pueda bañar bajo la mirada de un socorrista- no se da en toda Galicia. De hecho, en la comarca de Ferrol, ayer algunos arenales de aguas bravas ya amanecían sin vigilante alguno.
Por municipios, Porto do Son, al igual que pasaba al principio del verano, es el que se lleva la palma en cuanto a número de vigilantes. Tendrá, hasta mediados de mes, 45 efectivos. Ellos se encargarán, como hicieron hasta ahora, de controlar As Furnas, Boca do Río, Seiras, Arealonga, Arnela, Praia da Vila, Caaveiro, Aguieira, Coira y Ornanda.
Solamente tres
Le sigue Ribeira, donde en septiembre serán 25 las personas que vigilen. En este caso, si en julio y agosto atendieron tanto arenales pequeños como grandes, a partir de ahora solamente se centrarán en tres: Coroso, O Vilar y A Ladeira. Ya con 15 personas, repartidas entre Cabío, A Barca y A Illa, está A Pobra; en Rianxo, ocho controlarán Tanxil y As Cunchas. Con cinco operarios se sitúan Boiro -con vigilancia en Carragueiros, A Retorta, Mañóns y Barraña-, Muros -que tiene gente desplazada en Esteiro y San Francisco- y Outes, donde todos los efectivos se localizan en Broña. A la cola en personal se sitúa Carnota, con cuatro personas para controlar Boca do Río y Mar de Lira, y el municipio noiés, donde tres socorristas se encargan de velar por la seguridad en Testal.
En números globales, son un total de 115 personas o, lo que es lo mismo, 230 ojos controlando el baño a lo largo y ancho de la comarca.
LA VOZ DE GALICIA 2/9/09
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