:ecg: | 26/9/2009
Armadores y compradores también apuntan otras deficiencias en las instalaciones como filtraciones de agua y de excrementos de gaviota por el tejado.
Armadores y compradores de pescado con base de operaciones en el puerto sonense de Portosín han denunciado problemas en el nuevo edificio de la lonja, inaugurada en agosto de 2008 y puesta en servicio hace poco más de quince días. Entre otros, apuntan quejas de ambos sectores en lo que se refiere al pavimento, que cedió formándose charcos cada vez que hay que baldear las instalaciones.
Juan Vázquez, el principal comprador que opera en la lonja, explica que, además, el suelo es peligroso por ser deslizante. Asimismo, se queja de que aún no les entregaron los galpones que les corresponden dentro de la lonja para almacenar los recipientes del pescado.
Por su parte, el armador y ex patrón mayor, Gonzalo Pérez, relata que cada vez que llueve entra agua en las instalaciones debido a las holguras existentes en la cubierta del tejado. A este respecto, apunta que también se filtran excrementos y plumas de gaviota, que en gran número frecuentan la zona, y que quedan esparcidos por el suelo.
Desniveles exteriores
Gonzalo Pérez denuncia, además, desniveles en el exterior de la lonja que provocan la caída del pescado que es transportado desde las embarcaciones. A su juicio, Portos de Galicia tenía que proceder a echar una capa de aglomerado desde la fábrica de hielo hasta la rula.
Por otra parte, el armador también critica que desde la cofradía de pescadores se esté gastando dinero en reparaciones efectuadas en la nueva lonja y que calcula que rondan entre los 10.000 y 15.000 euros. "El patrón mayor antes de recepcionar las obras e ir a tomar los canapés de la inauguración debería cerciorarse de que todo estaba correctamente o exigírselo a Portos".
Armadores y compradores de pescado con base de operaciones en el puerto sonense de Portosín han denunciado problemas en el nuevo edificio de la lonja, inaugurada en agosto de 2008 y puesta en servicio hace poco más de quince días. Entre otros, apuntan quejas de ambos sectores en lo que se refiere al pavimento, que cedió formándose charcos cada vez que hay que baldear las instalaciones.
Juan Vázquez, el principal comprador que opera en la lonja, explica que, además, el suelo es peligroso por ser deslizante. Asimismo, se queja de que aún no les entregaron los galpones que les corresponden dentro de la lonja para almacenar los recipientes del pescado.
Por su parte, el armador y ex patrón mayor, Gonzalo Pérez, relata que cada vez que llueve entra agua en las instalaciones debido a las holguras existentes en la cubierta del tejado. A este respecto, apunta que también se filtran excrementos y plumas de gaviota, que en gran número frecuentan la zona, y que quedan esparcidos por el suelo.
Desniveles exteriores
Gonzalo Pérez denuncia, además, desniveles en el exterior de la lonja que provocan la caída del pescado que es transportado desde las embarcaciones. A su juicio, Portos de Galicia tenía que proceder a echar una capa de aglomerado desde la fábrica de hielo hasta la rula.
Por otra parte, el armador también critica que desde la cofradía de pescadores se esté gastando dinero en reparaciones efectuadas en la nueva lonja y que calcula que rondan entre los 10.000 y 15.000 euros. "El patrón mayor antes de recepcionar las obras e ir a tomar los canapés de la inauguración debería cerciorarse de que todo estaba correctamente o exigírselo a Portos".
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