05 octubre 2011

Cadena de favores hasta Diogo


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Una mujer y su hijo llevan al niño luso una tonelada de plástico de Narón

Se hizo con dirección y producción propia, pero el método para mejorar el mundo que el pequeño luso Diogo Farinhoto puso en marcha para reunir las tapas de plástico que le permitirán optar a la mano sin la que nació funciona cual el de la popular película Cadena de favores. Su propuesta para que también los gallegos coleccionaran con y para él envases y tapas de plástico ha causado el mismo furor que la cinta protagonizada por Kevin Spacey.

Su singular cadena, con centenares de eslabones actualmente por toda la Península, también comenzó con tres gallegos. Dos de esos principales promotores de la campaña recorrieron ayer los más de 500 kilómetros de ida y vuelta que separan Narón de la localidad lusa de Caminha para cumplir otro sueño. Esta vez el de José Rivas, al que Diogo conquistó con la primera foto que llegó en julio a sus manos. Con él viajaba ayer su madre, María del Carmen Romero, así como «todo el plástico que pudimos meter en la furgoneta que nos prestaron».

Más de mil kilos en tres meses. Es el botín conseguido entre madre e hijo a fuerza de recorrer kilómetros. «Al principio íbamos un día a la semana, luego un par, pero desde agosto, y aunque los dos trabajamos, le dedicamos dos horas diarias como mínimo a recoger material», explican. Los dos salieron a las siete y media de la mañana de Narón, tras llenar el lunes por la tarde y con ayuda de varios amigos, la furgoneta que la escudería Scratch, de Fene, les cedió desinteresadamente para poder viajar hasta Caminha. «Nunca pensamos que no cupiera todo, hemos llenado todo el coche, pero aún falta otro tanto», señaló José Rivas. Ellos encontraron otro particular que completó su tercer favor de la cadena. Una joven de Ferrol que costeó los gastos de combustible y peaje de autopistas.

El encuentro fue a las 11 horas en el ferri de A Guarda. Cual Reyes Magos para el pequeño luso, que regaló esa «sonrisa de malandro» que descubrió su madre y que hipnotiza. La alegría de José y María del Carmen era palpable. «Conocer a Diogo era su sueño; le recuerda a su ahijada y no paró hasta que movilizó a toda la familia; ahora tenemos más de 20 puntos de recogida», señala la madre de José. El Concello guardés también le mostró un especial reconocimiento por su empeño.

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