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Numerosos vecinos acompañaron a la Guardia Civil en el día de su patrona
Que el mundo civil está cada vez más próximo al militar es una realidad que, cada vez más, se hace palpable durante las celebraciones en honor de la virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil. La festividad se está popularizando y los actos celebrados ayer en toda la comarca contaron con la participación numerosos vecinos que arroparon con su presencia a los agentes.
Una de las citas centrales fue la que se celebró en Boiro, donde los guardias del municipio y los de A Pobra se unieron, primero, para venerar a su patrona y, segundo, para homenajear a los caídos durante el ejercicio de su profesión. Bajo un sol de justicia, y tras la celebración de la misa solemne, los agentes formaron en el atrio de la iglesia de Santa Baia mientras se hacía la ofrenda de una corona de laurel en memoria de sus compañeros. Hubo también palabras de reconocimiento, en las que se recordó a quienes «vivieron con honor y murieron como héroes».
También hubo un momento para hacer mención a Francisco Carou, que fuera párroco de la localidad y que falleció hace unos meses.
Oficios religiosos
Los oficios religiosos fueron el eje central de los actos que también se celebraron en Porto do Son, Outes, Muros, Rianxo, Noia y Ribeira. La iglesia de Santa Uxía reunió a autoridades y vecinos en una misa en la que el párroco defendió la devoción mariana como un sentimiento con una profunda relevancia.
Por su parte, en Noia, la celebración del día del Pilar fue muy concurrida. Tras el oficio religioso, en el que la virgen lució en todo su esplendor en un gran altar, los guardias y sus invitados se dirigieron la cuartel, donde el alférez dio lectura a un discurso que dio paso a los no menos tradicionales pinchos.
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