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A Creba que, dirigida por el doctor Girón, se desvive por hacer más llevaderas las enfermedades mentales con diagnósticos difíciles de resolver, acaba de producir un cortometraje dirigido por la noiesa Adriana Pérez Villanueva, que se estrenó con gran éxito en Ribeira. Los pacientes de la asociación barbanzana, la protagonizan y además colaboran en todo el desarrollo de la trama. Una historia de amor, una historia clásica de pasión inocente, de descubrimiento de un mundo inesperado e imposible entre dos personas que conviven bajo un mismo cielo improbable.
Dice Adriana que el argumento no es sino la resurrección del eterno mito de Romeo y Julieta. Así es. Se trata de un amor a primera vista, una locura tan tierna y a la vez desolada que nadie esperaría un final feliz. Además de la pareja protagonista, como en toda obra clásica de amor, existe el personaje que trata de frustrar por cualquier medio la historia, atormentado por una pasión tan antigua y cruel como los celos.
También se columpia por la escena quien representa a la voz de la conciencia, un hombre bueno que parece dejarse manipular por el malvado aunque constantemente le reprocha su crimen a fin de que se arrepienta y redima su culpa. A pesar de la brevedad del filme, evoqué: «Pero, ¿no eres Romeo y además Montesco?» A lo que el enamorado contesta: «Ni una cosa ni otra si eso te disgusta, preciosa mía». Esta es la inocencia que se adivina en la obra. O también cuando Shakespeare pone en sus bocas: «El amor corre al amor como el colegial huye del libro y, como aquel que va a clase, se aparta de él con cara triste». Estas palabras no se dicen en el corto pero no hay más que escuchar sus silencios para intuirlas.
Aunque el título del filme es Ramón e Xulia yo le he añadido el nombre de Adriana porque en todo se reconoce su amor a manos llenas y el arduo trabajo para la realización de la película. Las secuencias, cortas como hojas arrancadas de una libreta escolar, en las que se refleja la vida diaria en los talleres y en los pasillos de A Creba, estremecen el alma y hacen que nuestra sensibilidad se rebele contra la frialdad de nuestras vidas paralelas a las suyas.
El médico que en el filme cuida de estas almas benditas, bien podría decir como en Romeo y Julieta se dice: «Los enamorados pueden caminar sobre las telas de araña que se mecen en el tibio calor del verano, así de leve es la ilusión».
El cedé está a la venta en los locales de A Creba. Cómprenlo. Se llevarán una joya a casa.
Dice Adriana que el argumento no es sino la resurrección del eterno mito de Romeo y Julieta. Así es. Se trata de un amor a primera vista, una locura tan tierna y a la vez desolada que nadie esperaría un final feliz. Además de la pareja protagonista, como en toda obra clásica de amor, existe el personaje que trata de frustrar por cualquier medio la historia, atormentado por una pasión tan antigua y cruel como los celos.
También se columpia por la escena quien representa a la voz de la conciencia, un hombre bueno que parece dejarse manipular por el malvado aunque constantemente le reprocha su crimen a fin de que se arrepienta y redima su culpa. A pesar de la brevedad del filme, evoqué: «Pero, ¿no eres Romeo y además Montesco?» A lo que el enamorado contesta: «Ni una cosa ni otra si eso te disgusta, preciosa mía». Esta es la inocencia que se adivina en la obra. O también cuando Shakespeare pone en sus bocas: «El amor corre al amor como el colegial huye del libro y, como aquel que va a clase, se aparta de él con cara triste». Estas palabras no se dicen en el corto pero no hay más que escuchar sus silencios para intuirlas.
Aunque el título del filme es Ramón e Xulia yo le he añadido el nombre de Adriana porque en todo se reconoce su amor a manos llenas y el arduo trabajo para la realización de la película. Las secuencias, cortas como hojas arrancadas de una libreta escolar, en las que se refleja la vida diaria en los talleres y en los pasillos de A Creba, estremecen el alma y hacen que nuestra sensibilidad se rebele contra la frialdad de nuestras vidas paralelas a las suyas.
El médico que en el filme cuida de estas almas benditas, bien podría decir como en Romeo y Julieta se dice: «Los enamorados pueden caminar sobre las telas de araña que se mecen en el tibio calor del verano, así de leve es la ilusión».
El cedé está a la venta en los locales de A Creba. Cómprenlo. Se llevarán una joya a casa.
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