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Los denominados kilómetro cero y, especialmente, los de ocasión, son los más solicitados por los clientes que acuden a los puntos de venta
Los efectos de la recesión continúan siendo especialmente duros para algunos sectores económicos, entre los que se encuentra el automovilístico. Sin embargo, en una zona como la barbanzana, el coche se convierte en un producto de primera necesidad, y si el dinero no alcanza para comprar uno nuevo hay que recurrir al segmento de la segunda mano. La totalidad de los profesionales consultados coincidieron en afirmar que, debido a la crisis, la demanda de turismos usados se ha multiplicado. No solo eso, sino que los responsables de concesionarios y agencias afirman que se busca gastar la menor cantidad de dinero posible.
A los puntos de venta también llegan muchas personas preguntando por los denominados kilómetro cero, cuyo precio suele ser sensiblemente inferior al de un turismo nuevo.
El boirense José Abelleira lo tiene claro: «As ventas están freadas polo medo ao futuro, por esta psicose da crise». Por su parte, Antonio Rodríguez, gerente de un punto de venta en Ribeira, indica que hay demanda de coches de segunda mano, aunque a veces se buscan unos precios que es imposible dar.
Matriculaciones
En este desolador panorama, llama la atención que las matriculaciones subiesen el pasado mes en Barbanza con relación a septiembre del 2010 y también con respecto a agosto de este año.
El gerente de un concesionario de Ribeira apunta que se trata de pequeños picos que no evidencian ningún cambio de tendencia y recalca: «Según los datos de los que tengo noticia, el descenso supera el 50% en lo que va de año».
Otro profesional del ramo indica que el aumento de las ventas de septiembre con respecto a agosto no debe sorprender porque, precisa, este último mes es tradicionalmente muy flojo.
Según los datos del Instituto Galego de Estatística relativos a la matriculación de turismos en los municipios de la comarca, los mayores porcentajes de subida entre las ventas de agosto y las de septiembre se registraron en Rianxo y Ribeira, mientras que la caída de mayor importancia fue la que se produjo en Porto do Son.
Los gerentes de concesionarios en la comarca indican que las marcas realizan importantes campañas para captar clientes, pero reconocen que la afluencia de personas a sus negocios es prácticamente nula. El boirense José Abelleira señala: «Antes unha persoa cobraba a primeira nómina e xa financiaba a compra dun coche. Agora isto non sucede e nós temos que buscar ao cliente».
«As familias aforran máis cartos que nunca porque hai moito medo ao que poida pasar»
José Abelleira
«A xente busca un coche de 2.000 euros e unha garantía como se fose novo»
Antonio Rodríguez
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