03 abril 2011

El ahorro energético se convierte en prioritario para los gobiernos

:lvg: | 3/4/2011
Medidas como apagar parte del alumbrado público durante la noche o aprovechar las energías renovables son ya habituales en los municipios

Los gastos aumentan y los ingresos descienden. Con esta ecuación es imposible cuadrar las cuentas y la única receta consiste en recortar allá donde se puede. El alumbrado constituye, según diversos estudios, el 70% del gasto energético de un municipio. Por eso, los gobiernos locales de la comarca, sin excepción, se han marcado como prioridad reducir el consumo y, consecuentemente, la factura mensual.

En un lugar como la comarca, con un importante nivel de dispersión geográfica, sucede lo que acostumbra a decir el mandatario carnotano, José Oreiro: «Aquí hai moitos farois alumeando aos raposos». Por eso, la primera medida que ha empezado a extenderse en los municipios es la de apagar, entre la media noche y la una de la madrugada, la mitad o un tercio de las farolas.

Los primeros lugares en los que se aplicó esta práctica fueron los paseos marítimos. Así sucede en el de Rianxo, donde la zona se queda a oscuras por completo, Carragueiros o Baraña, que se queda en penumbra. En Boiro, además, desde hace algún tiempo se aplica esta medida en la travesía de la carretera AC-305 y en la avenida de Compostela, entre otros puntos.

También comienza a ser frecuente, especialmente en travesías y cascos urbanos, la reducción de la intensidad lumínica.

Los datos boirenses

Los resultados comienzan a ser evidentes y concellos como Muros, Outes, Boiro o A Pobra cifran entre un 20 y un 30% la reducción del gasto y en el consumo. Significativos son los datos que proporciona el teniente de alcalde boirense, Juan Jesús Ares. El consumo en kilovatios ha pasado de los 335.035 del año 2009 a los 280.289 computados en el 2010.

La repercusión que tiene el apagado de farolas o la instalación de unas luminarias adecuadas cobra mayor trascendencia si se tiene en cuenta que en la comarca cuenta con más de 17.000 puntos de alumbrado pública, lo que supone una media de uno por cada siete habitantes.

La precariedad de las arcas municipales ha obligado a los concellos a examinar con lupa facturas y contratos, lo que ha permitido asombrosos descubrimientos en concellos como el de Muros. El concejal popular Miguel Prado explica que se realizó un minucioso examen que puso al descubierto que cada línea que se había ido colocando en los distintos lugares del municipio tenía su propio contador. Esto, a fin de mes, suponía un notable incremento en la factura: «De 120 contadores que tiñamos anulamos 30. Isto permitiu reducir o número de contratos».

A estas medidas, los ayuntamientos suman otras como la instalación de detectores de presencia en edificios públicos. Solo en la adopción de dispositivos que permitiesen el ahorro energético, en el término sonense, según explica el concejal Xoán León, se han invertido en los últimos meses cerca de 40.000 euros.

León indica que todavía es pronto para hacer una estimación del ahorro, pero subraya que espera tener resultados satisfactorios en el plazo de unos meses.

El apoyo de la Diputación

El aprovechamiento de las energías renovables también se está extendiendo. La colocación de paneles solares en piscinas, polideportivos y campos de fútbol se ha generalizado.

El calor acumulado en las placas sirve para calentar el agua de los baños.

A la realización de estas mejoras ha contribuido de manera decidida la Diputación de A Coruña, que elaboró un plan, dotado con 330.000 euros en el caso de la comarca barbanzana, para sufragar parte de los gastos derivados de la instalación de medidas de ahorro energético.

Precisamente, Diputación y Fundación Axencia Enerxética Provincial da Coruña presentaron el pasado viernes una iniciativa en la que se pretende implicar a los municipios en la lucha contra el cambio climático y el empleo de energías renovables.

Esta nueva actuación, que cuenta con financiación de los fondos Feder, incide en la eficiencia energética.

El Instituto Enerxético de Galicia (Inega), que dirige el conservador Eliseo Diéguez, estima que con la adopción de medidas de mejora energética puede reducirse la factura eléctrica un 10%. Los datos que maneja el Inega indican que los municipios coruñeses tienen un consumo medio de 118 kilovatios hora por habitante y año, mientras que en países como Francia es de 90 kilovatios hora por habitante y año y, en el caso de Alemania, de 48.

En el caso de la comarca, solo el alumbrado público supone un consumo total de unos siete millones de kilovatios año.

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