:lvg: | 11/12/2010
Los actos se celebraron en el Escuadrón de Vigilancia Aérea número 10 del Iroite
El sol brillaba y el viento no azotaba. Según cuentan los asiduos a la cumbre del monte Iroite esto no es normal y menos aún en los días en los que el Escuadrón de Vigilancia Aérea Número (EVA 10) celebra la jornada de su patrona, la Virgen de Loreto, en la parte más alta de este monte barbanzano. La cita sirvió para que tanto el ejercito como la sociedad civil de la comarca estrechasen lazos, compartiendo tanto el acto religioso como el castrense.
Fue el jefe de este escuadrón, el comandante Lino Iglesias Posada quien presidió un acto en el que participaron números representantes sociales, tanto de las corporaciones municipales como de los diferentes cuerpos de seguridad que trabajan en Barbanza. La jornada comenzó con una misa, que oficiaron diferentes párrocos de la comarca, teniendo lugar a continuación la entrega de condecoraciones al personal que presta sus servicios en dicha instalación. Fue el mismo comandante Iglesias quien repartió dos condecoraciones de la cruz al mérito aeronáutico, dos condecoraciones de la real y militar orden de San Hermenegildo, tres menciones honoríficas y tres cruces a la constancia en el servicio de sus modalidades de plata y bronce.
Recuerdo a los que faltan
Uno de los momentos más emotivos tuvo lugar durante el homenaje a los caídos por la patria durante el último año. El silencio fue absoluto y evidenció una fuerte carga emotiva. Al finalizar y para relajar el ambiente solemne de los actos oficiales previos se celebró un vino español en donde varios cientos de personas brindaron por el Rey y por el futuro del escuadrón barbanzano.
El sol brillaba y el viento no azotaba. Según cuentan los asiduos a la cumbre del monte Iroite esto no es normal y menos aún en los días en los que el Escuadrón de Vigilancia Aérea Número (EVA 10) celebra la jornada de su patrona, la Virgen de Loreto, en la parte más alta de este monte barbanzano. La cita sirvió para que tanto el ejercito como la sociedad civil de la comarca estrechasen lazos, compartiendo tanto el acto religioso como el castrense.
Fue el jefe de este escuadrón, el comandante Lino Iglesias Posada quien presidió un acto en el que participaron números representantes sociales, tanto de las corporaciones municipales como de los diferentes cuerpos de seguridad que trabajan en Barbanza. La jornada comenzó con una misa, que oficiaron diferentes párrocos de la comarca, teniendo lugar a continuación la entrega de condecoraciones al personal que presta sus servicios en dicha instalación. Fue el mismo comandante Iglesias quien repartió dos condecoraciones de la cruz al mérito aeronáutico, dos condecoraciones de la real y militar orden de San Hermenegildo, tres menciones honoríficas y tres cruces a la constancia en el servicio de sus modalidades de plata y bronce.
Recuerdo a los que faltan
Uno de los momentos más emotivos tuvo lugar durante el homenaje a los caídos por la patria durante el último año. El silencio fue absoluto y evidenció una fuerte carga emotiva. Al finalizar y para relajar el ambiente solemne de los actos oficiales previos se celebró un vino español en donde varios cientos de personas brindaron por el Rey y por el futuro del escuadrón barbanzano.
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