:lvg: | 19/12/2010
El gobierno local baraja la forma de mejorar las condiciones de los feriantes con baños y probadores
El último pleno municipal del año en Porto do Son, celebrado el viernes, dejó para la historia una sesión tranquila. Muy lejos del ambiente de bulla habitual que suele reinar en las sesiones plenarias. Era un pleno con un orden del día reducido. Aún así, el primero de los puntos a tratar era el más importante y fue aceptado por unanimidad. Se trataba de la aprobación del proyecto de modernización de la plaza de abastos que se encuentra en la villa capitalina.
Se trata de una reforma que responde a las necesidades de esta instalación, que tal y como aseguraron durante la sesión plenaria está consensuado con las placeras. Desde el grupo de gobierno aseguraron que esto es una clara apuesta por el comercio local y que esperan que sea el punto de partida para atraer a más personas a la villa con la intención de comprar.
Fue en esta parte del pleno cuando se habló de la posibilidad de mejorar las condiciones en las que se encuentran los feriantes que cada semana visitan la villa sonense para montar el mercado con la instalación de baños y probadores de ropa. Antes de terminar el punto en el que se aprobó la reforma de la plaza de abastos, fue la teniente de alcalde, Ánxela Franco, la que aseguró con bastante sorna y mirando al portavoz popular, Manuel Tomé, que espera «sinceramente que este proxecto do mercado este a altura da fachada marítima que a Xunta do seu partido pensa facer algún día no nosa vila».
Otros puntos del día
Dos de los puntos que se incluían en el pleno estaban relacionados con la ampliación de la jornada laboral de los dos trabajadores que se encargan de la limpieza del pabellón de Trapa y la casa de Cultura. Ambos fueron aprobados también por unanimidad al entender todas las partes que su servicio requería una mayor inversión de tiempo.
El apartado de ruegos y preguntas fue el único en donde se enturbió el ambiente. La cesión al Concello de una parcela por parte de la comunidad de montes de San Pedro de Muro para la construcción de un centro de interpretación frente a la laguna de este lugar o las dimensiones que tienen las delimitaciones de las pistas deportivas fueron algunos de los puntos que se debatieron sin que edil Xabier Quiñoy, que planteo los ruegos, no se diera por satisfecho.
El último pleno municipal del año en Porto do Son, celebrado el viernes, dejó para la historia una sesión tranquila. Muy lejos del ambiente de bulla habitual que suele reinar en las sesiones plenarias. Era un pleno con un orden del día reducido. Aún así, el primero de los puntos a tratar era el más importante y fue aceptado por unanimidad. Se trataba de la aprobación del proyecto de modernización de la plaza de abastos que se encuentra en la villa capitalina.
Se trata de una reforma que responde a las necesidades de esta instalación, que tal y como aseguraron durante la sesión plenaria está consensuado con las placeras. Desde el grupo de gobierno aseguraron que esto es una clara apuesta por el comercio local y que esperan que sea el punto de partida para atraer a más personas a la villa con la intención de comprar.
Fue en esta parte del pleno cuando se habló de la posibilidad de mejorar las condiciones en las que se encuentran los feriantes que cada semana visitan la villa sonense para montar el mercado con la instalación de baños y probadores de ropa. Antes de terminar el punto en el que se aprobó la reforma de la plaza de abastos, fue la teniente de alcalde, Ánxela Franco, la que aseguró con bastante sorna y mirando al portavoz popular, Manuel Tomé, que espera «sinceramente que este proxecto do mercado este a altura da fachada marítima que a Xunta do seu partido pensa facer algún día no nosa vila».
Otros puntos del día
Dos de los puntos que se incluían en el pleno estaban relacionados con la ampliación de la jornada laboral de los dos trabajadores que se encargan de la limpieza del pabellón de Trapa y la casa de Cultura. Ambos fueron aprobados también por unanimidad al entender todas las partes que su servicio requería una mayor inversión de tiempo.
El apartado de ruegos y preguntas fue el único en donde se enturbió el ambiente. La cesión al Concello de una parcela por parte de la comunidad de montes de San Pedro de Muro para la construcción de un centro de interpretación frente a la laguna de este lugar o las dimensiones que tienen las delimitaciones de las pistas deportivas fueron algunos de los puntos que se debatieron sin que edil Xabier Quiñoy, que planteo los ruegos, no se diera por satisfecho.
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