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La mayor parte de la flota de cerco de Portosín, que en los últimos meses estaba participando en el Cantábrico en la costera de la anchoa, ha regresado a su puerto base o lo hará en los próximos días para centrarse en la campaña de la sardina. En junio, esta especie alcanza sus máximos anuales tanto en demanda como en precio.
Uno de los armadores que participó en la costera de la anchoa, Gonzalo Pérez Fernández, califica los resultados obtenidos de "discretos", ya que, según explica, los precios estuvieron "bien" por el buen tamaño de las capturas, pero éstas fueron escasas. Pérez señala que otro problema añadido en esta campaña fue la distancia a la que se encontraba la pesca, a veces entre 80 y 100 millas de costa, lo que hacía que estuvieran hasta 48 horas seguidas sin poder ir a puerto y con el consiguiente gasto extra de combustible.
Uno de los armadores que participó en la costera de la anchoa, Gonzalo Pérez Fernández, califica los resultados obtenidos de "discretos", ya que, según explica, los precios estuvieron "bien" por el buen tamaño de las capturas, pero éstas fueron escasas. Pérez señala que otro problema añadido en esta campaña fue la distancia a la que se encontraba la pesca, a veces entre 80 y 100 millas de costa, lo que hacía que estuvieran hasta 48 horas seguidas sin poder ir a puerto y con el consiguiente gasto extra de combustible.
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