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En algunos institutos faltaron a clase más del 80 % de los estudiantes
Los pupitres vacíos anunciaban ayer una nueva jornada de huelga en los centros educativos de la comarca de Barbanza. Aunque el parón fue histórico -por primera vez en la democracia estaban llamados a protestar al unísono desde los niveles de infantil hasta la universidad- el seguimiento fue muy desigual. Y es que mientras que en algunos colegios e institutos los pasillos estaba desiertos, en otros la jornada transcurrió con total normalidad. Un ejemplo de esto último se vivió en O Grupo, donde el parón pasó sin pena ni gloria. Esto es destacable, ya que en las instalaciones se vivieron en los últimos meses singulares protestas contra los recortes que implicaron a decenas de alumnos y profesores.
La incidencia también fue escasa en el Felipe de Castro y el Rodríguez Cadarso de Noia, el instituto Fontexería de Muros y los colegios de Palmeira y Santa Irene de Porto do Son.
La huelga de ayer pasará asimismo a la historia por haber implicado a más alumnos que a profesores. En institutos como el Número Un -donde faltó a clase solo el 10 % del claustro pero casi todos los alumnos del Bachillerato- explicaban este hecho por la decisión de la CIG de no apoyar el paro. Sí lo hicieron los principales sindicatos de la educación pública para manifestar su disconformidad con el tijeretazo.
Camisetas con mensaje
Algunos docentes que no se ausentaron de las aulas también manifestaron a su modo el malestar por los recortes. En el colegio Salustiano Rey de A Pobra se llegaron a vestir con llamativas camisetas rotuladas con un claro mensaje: Escola pública de todos e para todos. En este centro tan solo seis de los 33 profesionales impartieron clase y la mitad de los niños no acudieron. Donde también se notó la huelga con especial incidencia fue en el colegio Santa Baia de Boiro -con la mitad de las aulas vacías- y en el Praia Xardín, del mismo municipio. En este último caso, asistieron 142 alumnos de los 345 matriculados y cuatro profesores de los 29 que hay actualmente en el claustro. En el instituto boirense A Cachada, ningún profesor se sumó al parón, aunque sí se notó la falta de estudiantes en los últimos cursos de educación secundaria.
Cabe señalar que al cierre de esta edición todavía no se había contabilizado la incidencia de la huelga entre los docentes y alumnos de las clases de educación para adultos, que se imparten en institutos como el Número Un de Ribeira.
El seguimiento del paro fue mayor entre los alumnos que entre el profesorado
Los pupitres vacíos anunciaban ayer una nueva jornada de huelga en los centros educativos de la comarca de Barbanza. Aunque el parón fue histórico -por primera vez en la democracia estaban llamados a protestar al unísono desde los niveles de infantil hasta la universidad- el seguimiento fue muy desigual. Y es que mientras que en algunos colegios e institutos los pasillos estaba desiertos, en otros la jornada transcurrió con total normalidad. Un ejemplo de esto último se vivió en O Grupo, donde el parón pasó sin pena ni gloria. Esto es destacable, ya que en las instalaciones se vivieron en los últimos meses singulares protestas contra los recortes que implicaron a decenas de alumnos y profesores.
La incidencia también fue escasa en el Felipe de Castro y el Rodríguez Cadarso de Noia, el instituto Fontexería de Muros y los colegios de Palmeira y Santa Irene de Porto do Son.
La huelga de ayer pasará asimismo a la historia por haber implicado a más alumnos que a profesores. En institutos como el Número Un -donde faltó a clase solo el 10 % del claustro pero casi todos los alumnos del Bachillerato- explicaban este hecho por la decisión de la CIG de no apoyar el paro. Sí lo hicieron los principales sindicatos de la educación pública para manifestar su disconformidad con el tijeretazo.
Camisetas con mensaje
Algunos docentes que no se ausentaron de las aulas también manifestaron a su modo el malestar por los recortes. En el colegio Salustiano Rey de A Pobra se llegaron a vestir con llamativas camisetas rotuladas con un claro mensaje: Escola pública de todos e para todos. En este centro tan solo seis de los 33 profesionales impartieron clase y la mitad de los niños no acudieron. Donde también se notó la huelga con especial incidencia fue en el colegio Santa Baia de Boiro -con la mitad de las aulas vacías- y en el Praia Xardín, del mismo municipio. En este último caso, asistieron 142 alumnos de los 345 matriculados y cuatro profesores de los 29 que hay actualmente en el claustro. En el instituto boirense A Cachada, ningún profesor se sumó al parón, aunque sí se notó la falta de estudiantes en los últimos cursos de educación secundaria.
Cabe señalar que al cierre de esta edición todavía no se había contabilizado la incidencia de la huelga entre los docentes y alumnos de las clases de educación para adultos, que se imparten en institutos como el Número Un de Ribeira.
El seguimiento del paro fue mayor entre los alumnos que entre el profesorado
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