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Ninguno de los dos ángeles está intacto, ni tampoco la decoración de las plantas
Las entidades Ambar, Amicos y A Creba participaron este año, por primera vez, en la decoración navideña de las calles de Ribeira. Desafortunadamente, parte de los adornos que tan primorosamente elaboraron en sus talleres ocupacionales no han merecido el respeto de los vándalos que, en menos de una semana desde su colocación, ya se han ido encargando de destrozarlos. Los motivos realizados por Ambar y Amicos se han llevado la mayor parte, mientras que los de A Creba parece que resisten.
De los dos ángeles que hicieron los usuarios de Ambar no queda ninguno intacto. A uno de ellos le falta la cabeza y, misteriosamente, ahora está colocado en la calle Rosalía de Castro, cuando el emplazamiento original de la pareja fue en la plaza de la Iglesia. Al otro le falta un ala y la otra está bastante maltrecha.
Ayer por la mañana, dos mujeres se lamentaban de los daños causados en estas figuras: «No hay derecho. Esto demuestra que lo primero que hay que hacer es impartir educación y civismo», manifestaban.
Ornamentación de maceteros
Lo mismo puede decirse de los adornos con los que decoraron, integrantes de Amicos, los maceteros de las calles peatonales. El primer día estaban repletos de estrellas de colores, aros y otros elementos ornamentales. Ahora, parte de estos han desaparecido por completo.
Incluso, ya no queda ni rastro de alguno de los paquetes de regalos que, también como decoración, pusieron junto a algunas farolas. Quién se los llevó igual pensaba que había algo dentro.
Los únicos que resisten a la destructiva acción vandálica, son los elementos que están colocados a cierta altura.
No es la primera vez que situaciones así se viven en Ribeira, pasó lo mismo cuando se pusieron figuras de cómic en las calles, y también con una exposición del escultor Gonzalo Sarasquete.
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De los dos ángeles que hicieron los usuarios de Ambar no queda ninguno intacto. A uno de ellos le falta la cabeza y, misteriosamente, ahora está colocado en la calle Rosalía de Castro, cuando el emplazamiento original de la pareja fue en la plaza de la Iglesia. Al otro le falta un ala y la otra está bastante maltrecha.
Ayer por la mañana, dos mujeres se lamentaban de los daños causados en estas figuras: «No hay derecho. Esto demuestra que lo primero que hay que hacer es impartir educación y civismo», manifestaban.
Ornamentación de maceteros
Lo mismo puede decirse de los adornos con los que decoraron, integrantes de Amicos, los maceteros de las calles peatonales. El primer día estaban repletos de estrellas de colores, aros y otros elementos ornamentales. Ahora, parte de estos han desaparecido por completo.
Incluso, ya no queda ni rastro de alguno de los paquetes de regalos que, también como decoración, pusieron junto a algunas farolas. Quién se los llevó igual pensaba que había algo dentro.
Los únicos que resisten a la destructiva acción vandálica, son los elementos que están colocados a cierta altura.
No es la primera vez que situaciones así se viven en Ribeira, pasó lo mismo cuando se pusieron figuras de cómic en las calles, y también con una exposición del escultor Gonzalo Sarasquete.
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El vicio da en todo esto. Si estos "mocosos" trabajasen una ínfima parte de lo que lo hicieron sus abuelos e incluso sus padres, seguramente no les quedarían ganas ni tiempo para destrozar el trabajo de esta gente que lo hace con todo su cariño a pesar de sus pequeñas deficiencias. Aunque bien mirado, nos queda la duda de quienes son los "deficientes".
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