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Ambar y Amicos celebraron el día de las personas con discapacidad
En un mundo en el que la igualdad que se plasma en papel no siempre tiene una aplicación real, usuarios de los centros de Amicos y Ambar salieron a la calle para reclamar una sociedad más justa en la que haya una equiparación efectiva.
Amicos eligió la plaza del Concello de Boiro y Ambar montó su base de operaciones en la de Ribeira. En los dos casos se leyeron manifiestos reclamando accesibilidad universal. Ambos actos, marcados por un carácter social y que contaron con el apoyo de autoridades locales, como los regidores de Boiro, Rianxo y Porto do Son, y del concejal de Benestar Social, en Ribeira, se convirtieron en citas reivindicativas en las que se reclamó asistencia personal para la vida independiente, casas adaptadas, empleo e igualdad de oportunidades y asistencia personal para poder actuar de forma autónoma.
Suelta de globos
Tras la lectura de los manifiestos, los alumnos del centro asistencial de Oleiros efectuaron una gran suelta de globos de color azul.
En Ribeira, Ambar montó una auténtica fiesta en la que también participaron alumnos de los colegios Bayón, Galaxia y Frións. El nutrido grupo llegó caminando a la plaza del Concello, exhibiendo pancartas en las que podía leerse el lema Nada para nosotros sin nosotros. Comenzaron a mover banderolas con el color distintivo de Ambar al ritmo de una pegadiza canción cuya letra tiene frases como esta: «Somos una marea de gente, todos diferentes remando al mismo compás».
Después de la música llegaron los juegos. Se formaron grupos y cada uno desarrollaba una actividad diferente en la que intervenían personas con diversidad funcional y otras que no la tienen.
Así, los niños hicieron dibujos, la mayoría de ellos reproducían en vivos colores las escenas vividas a su llegada a la plaza. A su lado, monitores y profesores ayudándoles a crear sus composiciones.
Otros, por su parte, se divertían con una colorida tela que un corro de chicos movía mientras una o dos personas, con los ojos tapados, intentaban no perder el equilibrio. La animación y las risas estuvieron presentes todo el tiempo.
En un mundo en el que la igualdad que se plasma en papel no siempre tiene una aplicación real, usuarios de los centros de Amicos y Ambar salieron a la calle para reclamar una sociedad más justa en la que haya una equiparación efectiva.
Amicos eligió la plaza del Concello de Boiro y Ambar montó su base de operaciones en la de Ribeira. En los dos casos se leyeron manifiestos reclamando accesibilidad universal. Ambos actos, marcados por un carácter social y que contaron con el apoyo de autoridades locales, como los regidores de Boiro, Rianxo y Porto do Son, y del concejal de Benestar Social, en Ribeira, se convirtieron en citas reivindicativas en las que se reclamó asistencia personal para la vida independiente, casas adaptadas, empleo e igualdad de oportunidades y asistencia personal para poder actuar de forma autónoma.
Suelta de globos
Tras la lectura de los manifiestos, los alumnos del centro asistencial de Oleiros efectuaron una gran suelta de globos de color azul.
En Ribeira, Ambar montó una auténtica fiesta en la que también participaron alumnos de los colegios Bayón, Galaxia y Frións. El nutrido grupo llegó caminando a la plaza del Concello, exhibiendo pancartas en las que podía leerse el lema Nada para nosotros sin nosotros. Comenzaron a mover banderolas con el color distintivo de Ambar al ritmo de una pegadiza canción cuya letra tiene frases como esta: «Somos una marea de gente, todos diferentes remando al mismo compás».
Después de la música llegaron los juegos. Se formaron grupos y cada uno desarrollaba una actividad diferente en la que intervenían personas con diversidad funcional y otras que no la tienen.
Así, los niños hicieron dibujos, la mayoría de ellos reproducían en vivos colores las escenas vividas a su llegada a la plaza. A su lado, monitores y profesores ayudándoles a crear sus composiciones.
Otros, por su parte, se divertían con una colorida tela que un corro de chicos movía mientras una o dos personas, con los ojos tapados, intentaban no perder el equilibrio. La animación y las risas estuvieron presentes todo el tiempo.
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