:logo-lvg: | Barbanza
Los insectos cobraron protagonismo en las intervenciones en las playas
Aunque el buen tiempo de las últimas jornadas está alargando un verano que este año por poco se olvida de visitar la comarca, en lo que a vigilancia de playas se refiere, la temporada estival tocó a su fin a mediados del pasado septiembre. Con los socorristas lejos ya de los arenales, toca hacer balance de estos meses y, con las estadísticas aún a medio hacer, hay una cuestión que llama poderosamente la atención: la elevada incidencia de las picaduras de avispa. Pregúntese a quien se pregunte, desde Porto do Son a Boiro, lo primero que citan los responsables de los equipos de vigilancia en las playas son las mordeduras de estos insectos.
En el caso sonense, por ejemplo, que cuenta con algunas de las playas más peligrosas de la comarca por encontrarse en mar abierto, resulta llamativo que las picaduras de avispas superen de largo a las intervenciones en el agua, de las que apenas se registraron un par durante el verano. Donde también ponen el acento sobre este asunto es en Noia, mientras que, a juzgar por los datos, estos insectos se mostraron más tranquilos en los arenales ribeirenses, en los que los socorristas atendieron a una treintena de personas por picaduras.
También en Boiro inciden en este asunto, dado que este año se produjeron un total de 59 incidencias en relación con estos insectos, 46 de ellas en los meses estivales, mientras que hace un par de años las avispas ni siquiera aparecían citadas en el listado de las actuaciones realizadas por el Grumir a lo largo de los doce meses.
En vista de esta situación, cabe preguntarse a qué se debe este incremento de la población de avispas, algo que los expertos pueden intuir.
Herbicidas
Xoán Santos, de la asociación barbanzana de apicultura, reconocía que detectaron un incremento notable de la población de avispas y tiene una opinión muy concreta: el uso de menos herbicidas y pesticidas.
Esta situación también favoreció a la población de abejas y, sobre todo, abejorros, un insecto que hace un par de años «estaba practicamente desaparecido».
Aunque el buen tiempo de las últimas jornadas está alargando un verano que este año por poco se olvida de visitar la comarca, en lo que a vigilancia de playas se refiere, la temporada estival tocó a su fin a mediados del pasado septiembre. Con los socorristas lejos ya de los arenales, toca hacer balance de estos meses y, con las estadísticas aún a medio hacer, hay una cuestión que llama poderosamente la atención: la elevada incidencia de las picaduras de avispa. Pregúntese a quien se pregunte, desde Porto do Son a Boiro, lo primero que citan los responsables de los equipos de vigilancia en las playas son las mordeduras de estos insectos.
En el caso sonense, por ejemplo, que cuenta con algunas de las playas más peligrosas de la comarca por encontrarse en mar abierto, resulta llamativo que las picaduras de avispas superen de largo a las intervenciones en el agua, de las que apenas se registraron un par durante el verano. Donde también ponen el acento sobre este asunto es en Noia, mientras que, a juzgar por los datos, estos insectos se mostraron más tranquilos en los arenales ribeirenses, en los que los socorristas atendieron a una treintena de personas por picaduras.
También en Boiro inciden en este asunto, dado que este año se produjeron un total de 59 incidencias en relación con estos insectos, 46 de ellas en los meses estivales, mientras que hace un par de años las avispas ni siquiera aparecían citadas en el listado de las actuaciones realizadas por el Grumir a lo largo de los doce meses.
En vista de esta situación, cabe preguntarse a qué se debe este incremento de la población de avispas, algo que los expertos pueden intuir.
Herbicidas
Xoán Santos, de la asociación barbanzana de apicultura, reconocía que detectaron un incremento notable de la población de avispas y tiene una opinión muy concreta: el uso de menos herbicidas y pesticidas.
Esta situación también favoreció a la población de abejas y, sobre todo, abejorros, un insecto que hace un par de años «estaba practicamente desaparecido».
0 comentarios:
Publicar un comentario