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Voluntarios de Baroña, Serres y Louro ayudan a los distritos forestales
Todas las fuerzas son pocas para prevenir los incendios. Barbanza es una de las zonas favoritas para los pirómanos, que cada año ponen sus ojos en el verde de la sierra para cometer sus fechorías. Aunque se trata de una labor difícil, y los responsables de llevarla a cabo son conscientes de que es como «ponerle puertas al campo», este verano son comuneros de diferentes puntos de la comarca los que se suman a los trabajos que realizan Ejército y Policía para prevenir o apagar incendios.
Un ejemplo de esta situación es la comunidad de montes de Baroña, que cuenta con una cuadrilla todo el año, formada por unas nueve personas, que también están pendientes de cualquier incidente para echar una mano este verano. Para eso, están en contacto permanente con el distrito forestal de Noia. En la zona de Muros también existe un compromiso para ayudar en todo lo posible. Se trata de las comunidades de montes de Serres y Louro.
En el caso de Serres, su presidente, Manuel Fernández, explica que son 14 personas en total, entre las que también se encuentran directivos de la entidad. Fernández asegura que «estamos sempre no allo» para añadir como ponen todos sus medios con el fin de hacer frente a esta lacra que cada verano arrasa los montes de Galicia. En el caso de los comuneros de Muros, la coordinación de su trabajo la realizan con el distrito forestal quinto, que abarca también el municipio carnotano.
Efectivos preparados
Como sucede cada año, los montes de Barbanza, por ser una de las zonas de Galicia más sensibles a la hora de sufrir las consecuencias de las llamas, están dentro de los planes del Ejército y la Policía Autonómica, que envían agentes para patrullar el terreno y realizar sobre todo labores de disuasión y prevención. Por ahora, su presencia en la zona no ha sido muy visible, ya que se espera que sea a partir de la próxima semana cuando empiecen a realizar un trabajo mucho más concienzudo.
En el caso de Barbanza, y al igual que en ejercicios anteriores, será el Tercio Norte de Infantería de Marina, con sede en Ferrol, el que vigile los montes barbanzanos dentro de la conocida como operación Centinela Gallego. Por ahora, su presencia ha sido sobre todo institucional, especialmente porque sus mandos ya han pasaron por las casas consistoriales para saludar a los alcaldes y se espera que sea en los próximos días cuando empiecen a realizar el trabajo de campo.
Todas las fuerzas son pocas para prevenir los incendios. Barbanza es una de las zonas favoritas para los pirómanos, que cada año ponen sus ojos en el verde de la sierra para cometer sus fechorías. Aunque se trata de una labor difícil, y los responsables de llevarla a cabo son conscientes de que es como «ponerle puertas al campo», este verano son comuneros de diferentes puntos de la comarca los que se suman a los trabajos que realizan Ejército y Policía para prevenir o apagar incendios.
Un ejemplo de esta situación es la comunidad de montes de Baroña, que cuenta con una cuadrilla todo el año, formada por unas nueve personas, que también están pendientes de cualquier incidente para echar una mano este verano. Para eso, están en contacto permanente con el distrito forestal de Noia. En la zona de Muros también existe un compromiso para ayudar en todo lo posible. Se trata de las comunidades de montes de Serres y Louro.
En el caso de Serres, su presidente, Manuel Fernández, explica que son 14 personas en total, entre las que también se encuentran directivos de la entidad. Fernández asegura que «estamos sempre no allo» para añadir como ponen todos sus medios con el fin de hacer frente a esta lacra que cada verano arrasa los montes de Galicia. En el caso de los comuneros de Muros, la coordinación de su trabajo la realizan con el distrito forestal quinto, que abarca también el municipio carnotano.
Efectivos preparados
Como sucede cada año, los montes de Barbanza, por ser una de las zonas de Galicia más sensibles a la hora de sufrir las consecuencias de las llamas, están dentro de los planes del Ejército y la Policía Autonómica, que envían agentes para patrullar el terreno y realizar sobre todo labores de disuasión y prevención. Por ahora, su presencia en la zona no ha sido muy visible, ya que se espera que sea a partir de la próxima semana cuando empiecen a realizar un trabajo mucho más concienzudo.
En el caso de Barbanza, y al igual que en ejercicios anteriores, será el Tercio Norte de Infantería de Marina, con sede en Ferrol, el que vigile los montes barbanzanos dentro de la conocida como operación Centinela Gallego. Por ahora, su presencia ha sido sobre todo institucional, especialmente porque sus mandos ya han pasaron por las casas consistoriales para saludar a los alcaldes y se espera que sea en los próximos días cuando empiecen a realizar el trabajo de campo.
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