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Médicos, guardias civiles, operarios de servicios de emergencias municipales y bomberos comenzaron a llegar minutos después de ocurrir el accidente
Barbanza también estuvo allí. Y lo hizo a través de 47 profesionales que se sumaron a la marea humana que pisó las vías para socorrer a los supervivientes del tren Alvia, que descarriló a última hora del miércoles a la entrada de Santiago. Doce agentes de la Compañía de Noia; 8 profesionales sanitarios del hospital de Oleiros; 4 bomberos de Boiro; 14 operarios del servicio de emergencias municipal de Noia; 5 de Porto do Son y 4 de Boiro. Este es el operativo desplazado, de manera escalonada, desde diferentes puntos de la comarca y que realizó distintas labores de auxilio, tanto en la zona del descarrilamiento como en otros puntos de la ciudad del Apóstol habilitados para atender a familiares y allegados de los pasajeros.
fuerzas del orden
Los primeros en llegar
Los guardia civiles fueron los primeros en llegar. La Capitanía de Noia puso en alerta a las tres patrullas que en el momento del descarrilamiento estaban en ruta. Y su tiempo de respuesta no pasó de los 25 minutos. «Lo primero que hicimos fue buscar a personas con vida para evacuarlos, eso es siempre lo más importante, y lo hicimos poniéndonos en manos de los servicios sanitarios y bomberos», explicaba ayer uno de los agentes desplazados desde la comarca. A su lado, una compañera, aún visiblemente afectada tras lo visto, decía: «Me impactó especialmente ver los vagones vacíos. El golpe arrancó todo y lo desplazó hacía un extremo, debajo estaban los cuerpos, casi todos sin vida, por desgracia».
servicios contraincendios
Funciones diferentes
El destino de los bomberos boirenses eran las vías del tren. Allí se encontraron con la tragedia. Lo mismo les sucedió a los profesionales del servicio de emergencias de Noia y Porto do Son, que se volcaron para ayudar a los pasajeros. Los trabajadores del servicio de Boiro tuvieron su base en el edificio Cersia, que es donde se actualiza la lista con los nombres de los fallecidos. Aquí, el trabajo fue más psicológico, ya que no dejaron de acudir allegados y familiares de los difuntos pasa conocer la suerte que habían corrido sus seres queridos. En algunos casos tuvieron que aguardar durante horas y la demora llenaba de angustia a los parientes.
sanidad
Desde traumatólogos hasta otorrinos del hospital
Estuvieran de día libre o de servicio, un total de ocho profesionales del hospital de Barbanza se desplazaron ayer a Santiago de Compostela para arrimar el hombro y ayudar a socorrer a las decenas de heridos que fueron llegando al Clínico. Se trata de cuatro profesionales que trabajan en el servicio de urgencias, además de otros especialistas, como traumatólogos y otorrinos. Algunos de ellos se encontraban cerca de la capital gallega y no dudaron en ofrecer su ayuda para hacer frente a la tragedia. Desde la dirección del centro asistencial de Oleiros se aseguró ayer que los profesionales siguen en alerta por si fueran necesarios más medios personales o materiales, debido a que el Clínico es el hospital de referencia de Barbanza y apenas le separan de Ribeira unos cincuenta kilómetros. Cabe destacar que también médicos del complejo sanitario comarcal que se encontraban en ciudades lejanas como Barcelona o Madrid ofrecieron su ayuda. Estaban dispuestos a acercarse si fuera necesario. Todos estos profesionales volvieron a demostrar que la solidaridad de los barbanzanos no tiene límites. Se trata de héroes anónimos que han ayudado en todo lo que han podido.
Barbanza también estuvo allí. Y lo hizo a través de 47 profesionales que se sumaron a la marea humana que pisó las vías para socorrer a los supervivientes del tren Alvia, que descarriló a última hora del miércoles a la entrada de Santiago. Doce agentes de la Compañía de Noia; 8 profesionales sanitarios del hospital de Oleiros; 4 bomberos de Boiro; 14 operarios del servicio de emergencias municipal de Noia; 5 de Porto do Son y 4 de Boiro. Este es el operativo desplazado, de manera escalonada, desde diferentes puntos de la comarca y que realizó distintas labores de auxilio, tanto en la zona del descarrilamiento como en otros puntos de la ciudad del Apóstol habilitados para atender a familiares y allegados de los pasajeros.
fuerzas del orden
Los primeros en llegar
Los guardia civiles fueron los primeros en llegar. La Capitanía de Noia puso en alerta a las tres patrullas que en el momento del descarrilamiento estaban en ruta. Y su tiempo de respuesta no pasó de los 25 minutos. «Lo primero que hicimos fue buscar a personas con vida para evacuarlos, eso es siempre lo más importante, y lo hicimos poniéndonos en manos de los servicios sanitarios y bomberos», explicaba ayer uno de los agentes desplazados desde la comarca. A su lado, una compañera, aún visiblemente afectada tras lo visto, decía: «Me impactó especialmente ver los vagones vacíos. El golpe arrancó todo y lo desplazó hacía un extremo, debajo estaban los cuerpos, casi todos sin vida, por desgracia».
servicios contraincendios
Funciones diferentes
El destino de los bomberos boirenses eran las vías del tren. Allí se encontraron con la tragedia. Lo mismo les sucedió a los profesionales del servicio de emergencias de Noia y Porto do Son, que se volcaron para ayudar a los pasajeros. Los trabajadores del servicio de Boiro tuvieron su base en el edificio Cersia, que es donde se actualiza la lista con los nombres de los fallecidos. Aquí, el trabajo fue más psicológico, ya que no dejaron de acudir allegados y familiares de los difuntos pasa conocer la suerte que habían corrido sus seres queridos. En algunos casos tuvieron que aguardar durante horas y la demora llenaba de angustia a los parientes.
sanidad
Desde traumatólogos hasta otorrinos del hospital
Estuvieran de día libre o de servicio, un total de ocho profesionales del hospital de Barbanza se desplazaron ayer a Santiago de Compostela para arrimar el hombro y ayudar a socorrer a las decenas de heridos que fueron llegando al Clínico. Se trata de cuatro profesionales que trabajan en el servicio de urgencias, además de otros especialistas, como traumatólogos y otorrinos. Algunos de ellos se encontraban cerca de la capital gallega y no dudaron en ofrecer su ayuda para hacer frente a la tragedia. Desde la dirección del centro asistencial de Oleiros se aseguró ayer que los profesionales siguen en alerta por si fueran necesarios más medios personales o materiales, debido a que el Clínico es el hospital de referencia de Barbanza y apenas le separan de Ribeira unos cincuenta kilómetros. Cabe destacar que también médicos del complejo sanitario comarcal que se encontraban en ciudades lejanas como Barcelona o Madrid ofrecieron su ayuda. Estaban dispuestos a acercarse si fuera necesario. Todos estos profesionales volvieron a demostrar que la solidaridad de los barbanzanos no tiene límites. Se trata de héroes anónimos que han ayudado en todo lo que han podido.
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