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Consideran que la única posibilidad real es la continuidad del servicio de Noia
Fue un pleno histórico en Porto do Son. La unanimidad reinó y los puntos se iban sucediendo con agilidad. Con todo, no faltó debate en la sesión, y gobierno y oposición se enfrentaron por asuntos de gran interés para los vecinos. Fue el caso de la moción presentada para garantizar el servicio de Grumir en el concello. El Partido Popular pretendía que el término sonense contara con un grupo de emergencias propio -por emplazarse en un lugar estratégico de Barbanza- pero BNG y PSOE frenaron sus aspiraciones al considerar que sería más lógico pedir la continuidad del de Noia, ya que todavía no se ha realizado un estudio sobre los costes que supondría el equipo sonense para las arcas municipales.
Finalmente, todos los grupos políticos acabaron apoyando una moción conjunta en la que se demandará a la Xunta que se modifique el mapa de emergencias para mantener el Grumir en el concello noiés.
La nacionalista Ánxela Franco criticó que esta moción no se consensuara mucho antes con todos los grupos, asegurando que al gobierno local no le importa en absoluto la opinión de los concejales de la oposición.
Factura pendiente
Otro de los puntos que causó confrontación fue el reconocimiento extrajudicial de créditos. El concejal socialista Raúl Pouso preguntó al ejecutivo en qué estado se encontraba una factura pendiente de cobro que le debía el Concello por una obra llevada a cabo por su empresa, y que ascendía a más de 7.000 euros. El ejecutivo aseguró que la factura ha prescrito, al ser de hace más de un lustro. Pouso censuró que el Concello no le informara de este hecho ni que se le instase a presentar un escrito por registro para poder recuperar el dinero.
Fue un pleno histórico en Porto do Son. La unanimidad reinó y los puntos se iban sucediendo con agilidad. Con todo, no faltó debate en la sesión, y gobierno y oposición se enfrentaron por asuntos de gran interés para los vecinos. Fue el caso de la moción presentada para garantizar el servicio de Grumir en el concello. El Partido Popular pretendía que el término sonense contara con un grupo de emergencias propio -por emplazarse en un lugar estratégico de Barbanza- pero BNG y PSOE frenaron sus aspiraciones al considerar que sería más lógico pedir la continuidad del de Noia, ya que todavía no se ha realizado un estudio sobre los costes que supondría el equipo sonense para las arcas municipales.
Finalmente, todos los grupos políticos acabaron apoyando una moción conjunta en la que se demandará a la Xunta que se modifique el mapa de emergencias para mantener el Grumir en el concello noiés.
La nacionalista Ánxela Franco criticó que esta moción no se consensuara mucho antes con todos los grupos, asegurando que al gobierno local no le importa en absoluto la opinión de los concejales de la oposición.
Factura pendiente
Otro de los puntos que causó confrontación fue el reconocimiento extrajudicial de créditos. El concejal socialista Raúl Pouso preguntó al ejecutivo en qué estado se encontraba una factura pendiente de cobro que le debía el Concello por una obra llevada a cabo por su empresa, y que ascendía a más de 7.000 euros. El ejecutivo aseguró que la factura ha prescrito, al ser de hace más de un lustro. Pouso censuró que el Concello no le informara de este hecho ni que se le instase a presentar un escrito por registro para poder recuperar el dinero.
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