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Las entidades Axena y Pacma aseguran que el Gobierno gallego no dice la verdad en sus últimas respuestas en el Parlamento a unas preguntas del PSOE
El plan ideado por la Xunta de Galicia, a través de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza, para acabar con los lobos híbridos -cruce de ejemplares ibéricos y perros- en Barbanza sigue siendo motivo de polémica. Pero su escenario ya no está en el monte, ahora está en el Parlamento autonómico. Todas las formaciones que ocupan la oposición ya se interesaron por lo sucedido en esta sierra coruñesa. Pero las respuestas aportadas por la Xunta, a cada aluvión de preguntas planteadas por el BNG, AGE o PSOE, son siempre motivo de polémica, ya que los colectivos animalistas aseguran que el Ejecutivo gallego no dice la verdad. Las últimas respuestas no fueron una excepción. El PSOE planteó una serie de demandas sobre el número de muertes que ha puesto en pie de de guerra a dos de los colectivos animalistas más representativos de Galicia.
¿Reconoce la Xunta la muerte de cachorros en acciones cinegéticas?
La respuesta del Gobierno gallego decía: «A Xunta de Galicia non ten constancia de cachorros de cánidos mortos en accións cinexéticas». Estas palabras fueron muy criticadas, sobre todo por los responsables de Axena, que aseguran que la foto que ilustra esta información «es un ejemplo de un cachorro muerto en las batidas del 2011 y 2012. Además, la Xunta reconoce que siempre hay un agente medioambiental controlando las batidas, por lo que es imposible que no tuvieran constancia». Mientras, Pacma, pone sobre la mesa un informe de varias autopsias realizadas por la empresa que asesoró a la Xunta, ARENA, en la gestión del lobo en Barbanza y en el que uno de sus responsables dice: «Se certifica que uno de los animales era cachorro de pocos meses de edad».
¿Se inició algún procedimiento para aclarar la decapitación de un animal?
La Dirección Xeral de Conservación da Natureza respondió que «a Lei de caza é precisa sobre a propiedade das pezas de caza, polo que non procedeu iniciar ningún expediente para a clarificación da decapitación do cánido abatido no Barbanza. A Xunta tampouco ten previsto tomar ningunha medida, xa que todas as situacións foron realizadas de acordo coa lexislación vixente». El mismo documento procedente de ARENA dice claramente que un ejemplar no pudo ser analizado «pues la cabeza no fue entregada». Hay que decir que la Xunta aseguró a La Voz -que publicó esta noticia el 1 de junio del 2012 después de que el Gobierno gallego confirmase los hechos-, que iniciaría una investigación. Algunas fuentes apuntan a que esa cabeza fue vendida en el mercado negro para ser disecada.
¿Participó personal de la Xunta, presuntamente implicado en la concesión de licencias de caza ilegales, en las cacerías contra lobos o presuntos híbridos en Barbanza?
«En todas as batidas autorizadas, tanto no Barbanza como en outras zonas, é preciso que participen para coordinalas e vixialas axentes medioambientais e vixilantes da Xunta. No momento no que se relacionan os feitos non se tiña coñecemento de irregularidades na concesión de licencias». En esta respuesta, Axena asegura que la Xunta de Galicia queda en evidencia al encubrir a uno de sus trabajadores, que actualmente está imputado por formar presuntamente parte de la trama que vendía licencias de caza en Barbanza.
Las discrepancias entre ecologistas y Administración siguen.
El plan ideado por la Xunta de Galicia, a través de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza, para acabar con los lobos híbridos -cruce de ejemplares ibéricos y perros- en Barbanza sigue siendo motivo de polémica. Pero su escenario ya no está en el monte, ahora está en el Parlamento autonómico. Todas las formaciones que ocupan la oposición ya se interesaron por lo sucedido en esta sierra coruñesa. Pero las respuestas aportadas por la Xunta, a cada aluvión de preguntas planteadas por el BNG, AGE o PSOE, son siempre motivo de polémica, ya que los colectivos animalistas aseguran que el Ejecutivo gallego no dice la verdad. Las últimas respuestas no fueron una excepción. El PSOE planteó una serie de demandas sobre el número de muertes que ha puesto en pie de de guerra a dos de los colectivos animalistas más representativos de Galicia.
¿Reconoce la Xunta la muerte de cachorros en acciones cinegéticas?
La respuesta del Gobierno gallego decía: «A Xunta de Galicia non ten constancia de cachorros de cánidos mortos en accións cinexéticas». Estas palabras fueron muy criticadas, sobre todo por los responsables de Axena, que aseguran que la foto que ilustra esta información «es un ejemplo de un cachorro muerto en las batidas del 2011 y 2012. Además, la Xunta reconoce que siempre hay un agente medioambiental controlando las batidas, por lo que es imposible que no tuvieran constancia». Mientras, Pacma, pone sobre la mesa un informe de varias autopsias realizadas por la empresa que asesoró a la Xunta, ARENA, en la gestión del lobo en Barbanza y en el que uno de sus responsables dice: «Se certifica que uno de los animales era cachorro de pocos meses de edad».
¿Se inició algún procedimiento para aclarar la decapitación de un animal?
La Dirección Xeral de Conservación da Natureza respondió que «a Lei de caza é precisa sobre a propiedade das pezas de caza, polo que non procedeu iniciar ningún expediente para a clarificación da decapitación do cánido abatido no Barbanza. A Xunta tampouco ten previsto tomar ningunha medida, xa que todas as situacións foron realizadas de acordo coa lexislación vixente». El mismo documento procedente de ARENA dice claramente que un ejemplar no pudo ser analizado «pues la cabeza no fue entregada». Hay que decir que la Xunta aseguró a La Voz -que publicó esta noticia el 1 de junio del 2012 después de que el Gobierno gallego confirmase los hechos-, que iniciaría una investigación. Algunas fuentes apuntan a que esa cabeza fue vendida en el mercado negro para ser disecada.
¿Participó personal de la Xunta, presuntamente implicado en la concesión de licencias de caza ilegales, en las cacerías contra lobos o presuntos híbridos en Barbanza?
«En todas as batidas autorizadas, tanto no Barbanza como en outras zonas, é preciso que participen para coordinalas e vixialas axentes medioambientais e vixilantes da Xunta. No momento no que se relacionan os feitos non se tiña coñecemento de irregularidades na concesión de licencias». En esta respuesta, Axena asegura que la Xunta de Galicia queda en evidencia al encubrir a uno de sus trabajadores, que actualmente está imputado por formar presuntamente parte de la trama que vendía licencias de caza en Barbanza.
Las discrepancias entre ecologistas y Administración siguen.
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