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La plataforma que se opone a la construcción de la variante de Portosín continúa su batalla particular para intentar evitar que se ejecute una infraestructura que, alertan, tendrá una enorme afección en el paisaje y en el abundante patrimonio arqueológico que hay en la zona.
En el entorno por el que está previsto que pase el trazado existen numerosos túmulos funerarios, alguno de los cuales quedará a apenas siete metros de la carretera. Dicen desde el colectivo que todo esto va a quedar afectado de manera irreversible, lo que supone, además de la probable desaparición de importantes recursos arqueológicos, «la destrucción de todo un entorno paisajístico y patrimonial».
Insisten en que la infraestructura prevista «non se adapta en absoluto» al territorio, y ponen como ejemplo el caso de la parroquia de Miñortos, «que quedará partida pola variante. O impacto ambiental é moi forte».
Consideran que el precio a pagar por una infraestructura que pretende solucionar un problema de tráfico que, en su opinión, no existe es demasiado elevado.
En el entorno por el que está previsto que pase el trazado existen numerosos túmulos funerarios, alguno de los cuales quedará a apenas siete metros de la carretera. Dicen desde el colectivo que todo esto va a quedar afectado de manera irreversible, lo que supone, además de la probable desaparición de importantes recursos arqueológicos, «la destrucción de todo un entorno paisajístico y patrimonial».
Insisten en que la infraestructura prevista «non se adapta en absoluto» al territorio, y ponen como ejemplo el caso de la parroquia de Miñortos, «que quedará partida pola variante. O impacto ambiental é moi forte».
Consideran que el precio a pagar por una infraestructura que pretende solucionar un problema de tráfico que, en su opinión, no existe es demasiado elevado.
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